Los tenis detrás de los últimos dos récords en maratones siguen forjando campeones

Este fue el año de romper récords mundiales, pues luego de terminadas dos de las maratones más importantes del mundo, las de Chicago y Berlín, se marcaron nuevos tiempos. Esto no solo puso a hablar a todos sobre los atletas y los tenis que traían puestos, sino que confirma la rivalidad de Nike y Adidas por llevarse el mayor número y los mejores tiempos en las carreras.

Los casos más recientes son los del keniano Kelvin Kiptum, quien rompió un récord en la maratón de Chicago, y de la etíope Tigist Assefa, quien batió un récord mundial en la maratón femenina en Berlín.

Estos dos competidores, además de entrenar por años para obtener un rendimiento físico adecuado, se vistieron con unas runners de más de US$250 para completar la receta para romper el récord.

Las utilizadas por el keniano fueron las Nike Alphafly 3 y con las que ganó la etíope fueron las Adidas Adizero Adios Pro Evo 1.

Kiptum rompió el récord mundial el pasado 8 de octubre, pues mientras corría por la ciudad de los vientos, Chicago, luciendo las Nike Alphafly 3, marcó un tiempo de dos horas y 35 segundos, superando la marca anterior de su colega Eliud Kipchoge por más de 30 segundos.

El keniano optó por usar unas zapatillas Nike Alphafly 3, una referencia que ha evolucionado y que el corredor ha usado desde 2019. Este es un calzado diseñado para carreras en asfalto y cuenta con una tecnología transversal que abarca toda la zapatilla.

Tiene dos almohadillas Zoom Air ultra eficientes en el ante pié y espuma ZoomX adicional en el talón. De acuerdo con Nike, la clave de la efectividad de esta zapatilla está en el “Air”, ya que las almohadillas sencillas Zoom Air en el ante pié ofrecen más retorno de energía. Además, la espuma ZoomX brinda amortiguación y protección adicional contra impactos.

La corredora que hizo historia este año, Tigist Assefa, utilizó las Adizero Adios Pro Evo 1, que tienen un precio de US$500.

Assefa batió el récord mundial en más de 2 minutos, al terminar la carrera en 2 horas, 11 minutos y 53 segundos.

Con un peso de sólo 138 gramos, las zapatillas son muy ligeras, pero no duraderas. Están diseñadas para usarse en una sola carrera de distancia maratón (42 kilómetros) y en el calentamiento previo a la carrera, lo que hace que el coste por kilómetro sea desorbitado si, como dice Adidas, los corredores deben comprar un par nuevo para cada maratón.

Estas zapatillas cuentan con una tecnología en la parte superior que utiliza una malla ligera. adicional a esto tienen un balancín en la parte delantera del pie, ubicado en 60% de la longitud del zapato, lo que activa el impulso hacia adelante. La suela exterior es fabricada con una goma líquida, y una espuma Lightstrike Pro. Además, para optimizar el peso del zapato, se eliminó la plantilla.

Kelvin Kiptum y Tigst Assefa mantienen viva la rivalidad de Nike y Adidas en los deportes, que se ven con el apoyo de estas marcas a los atletas del momento, y han hecho que los maratonistas inviertan entre US$275 y US$500 por zapatillas con estas tecnologías.

En otras maratones como las de Londres y Nueva York han usado otras referencias de estas marcas, como por ejemplo, los Adidas Adizero Adios Pro 3, que llevó Evans Chebet, quien no ha soltado la victoria en la maratón de Boston. El pasado 17 de abril el corredor hizo en dos horas y cinco minutos el recorrido de 42 kilómetros, en los cuales lució las Adizero Adios Pro 3.

Y del lado de la casa del “chulito”, otra victoria se la sumó Ruth Chepngetich, quien ganó con las Nike Vaporfly Next% 2.