Ninja H2 SX Special Edition de Kawasaki, una 'Top Gun' en los garajes residenciales
jueves, 10 de noviembre de 2022
Nos hemos subido a la hermana de calle de la radical moto protagonista de 'Top Gun' (H2 Carbon) que estrena radares para mantener su liderazgo en el segmento 'sportourer': las deportivas más viajeras
Expansión - Madrid
"Maverick, tu especie se dirige a la extinción"... "Tal vez sí, señor, pero no hoy". Así de tajante se muestra el personaje que encarna Tom Cruise en la exitosa secuela de 'Top Gun' cuando se dirige a su superior, algo similar a lo que les pasa a las grandes motos deportivas y sus hermanas las grandes 'sportourer' como esta Ninja H2 SX en su versión especial (SE) de Kawasaki, que ofrecen una manera de viajar y de disfrutar de la carretera difícil de reemplazar con otro tipo de montura.
La Ninja H2 SX SE hace una marca en tu calendario vital cuando has rodado con ella. Ya me pasó con la primera generación y con esta versión 2022 no ha sido diferente, amén del plus de seguridad que aportan los radares que incorpora. El control adaptativo es especialmente suave incluso forzando su uso a velocidad alegre y los indicadores de punto ciego, cuando te acostumbras te dan casi una visión 360º de la situación a sus mandos.
Y es que la marca de Akashimejora este año sus especificaciones gracias a la tecnología ARAS de Bosch que la dota de, no uno, sino con dos sensores de radar que permiten el aviso de colisión frontal (FCW) -con tres posibles ajustes, emite una franja de luces por encima del panel en forma de advertencia cuando la moto sobrepasa la distancia determinada con respecto al vehículo de delante-, el control de crucero adaptativo (ACC) -también con tres niveles- y la detección de puntos ciegos (BSD) - responsabilidad del radar trasero que, al detecta que un vehículo va hacia el punto ciego del conductor, emite la orden y una luz en el retrovisor correspondiente le avisa.
Este pack de seguridad modela una conducción que ya ofrecía grandes sensaciones: suspensión Showa electrónica con tecnología Skyhook (versiones SE), la función de gestión de curvas, los controles de tracción multinivel, de salida y del freno motor (sí, se puede decidir en qué medida lo hace), los muy diferenciados modos de conducción o el cambio semiautomático. La Ninja H2 SX SE es una deportiva en toda regla... pero con la que se puede viajar.
Y es que esta Ninja HE SX SE tiene guiños turísticos como son las maletas (versión Tourer), el encendido sin llave, luces ledes de giro, control de la presión de los neumáticos o el sistema de asistencia a la retención del vehículo (VHA) -perfecto para arrancar en cuesta con pasajero y equipaje- que llega de serie al igual que el Kawasaki SPIN, que permite enlazar el smartphone a la moto y acceder a unas 20 apps en el panel de instrumentos, un TFT a color de 6,5".
A esta Ninja le gusta acelerar con decisión, pero sin brusquedades, correr, rodar muchos kilometros... y las curvas, que las interpreta con el aplomo que le da un chasis muy trabajado por Kawasaki. Durante los más de 300 kilómetros de prueba -en un estupendo día de ruta y con destino Sigüenza-, la combinación de carreteras secundarias de buen firme y evitando la autovía en la medida de lo posible (tan solo para un tramo de vuelta a Madrid) para exprimir sus cualidades en un rango legal (pero divertido) de velocidad, esta auténtica reina de la carretera no escondió su ganas en ningún momento.
La Ninja H2 SX SE te invita a la diversión, a una conducción alegre, pero siempre controlada, a estar atento, pero no tenso. Sin sustos, pero contundente a sus mandos, la postura es cómoda porque la moto es grande, con un asiento que si bien tiene margen de mejora en cuanto a su dureza (un tema muy personal) su dimensión es tan generosa que el contacto con el copiloto es siempre agradable, no es necesario buscar el sitio porque sitio hay de sobra en la moto para los dos.
Las curvas las toma serena, con el aplomo que le otorgan tanto sus dimensiones, su suspensión delantera, como su centrado peso. Unas curvas que, salvo que sean muy cerradas, hace que tumbar con ella sea, muchas veces, poco menos que innecesario.
Pero ¿pensará el pasajero lo mismo? "Cuando la metes en la curva, yo ya estoy en la curva contigo", imposible mejorar la apreación de mi mujer, mi mejor copiloto, sobre la rigidez de su chasis. El tacto y la facilidad para dosificar el acelerador es simplemente perfecto, compensando con creces ese pelín sobrevirador que tiene entrando el viraje y subvirador al salir, algo normal con sus dimensiones. Una maravilla.