“Nosotros formamos al sector de la moda con oferta cerrada en cursos personalizados”
viernes, 5 de septiembre de 2025
Natalia Tejada, directora general de la escuela arturo tejada, conmemoró los 65 años de historia, siendo pioneros en el desarrollo del sector
Con más de seis décadas de historia, la Escuela de Moda Arturo Tejada continúa proyectándose como referente en la formación de diseñadores y creativos. Durante la pasada feria Ibagué, Negocios y Moda, su directora general, Natalia Tejada, se refirió a las tendencias del sector, el talento joven y cómo se preparan para los retos de la industria del futuro.
Desde su experiencia como formadores, ¿qué tendencias de diseño y consumo marcarán la pasada edición de Ibagué Negocios y Moda y cómo ya las aplican en la escuela?
Trabajamos narrativas que parten de lo emocional: transmitir, reconocer y reflejar emociones.
Hoy la salud psicoemocional es un tema público y debe reflejarse en la moda. También rescatamos las historias, la memoria, la resiliencia, la paz y la espiritualidad, con un discurso artístico, político y social.
La sastrería clásica rompe estructuras, se vuelve experimental, pero sigue siendo portable. La escuela combina creatividad, técnica de calidad y un enfoque empresarial.
¿Cuántos estudiantes tienen actualmente?
Hoy contamos con el programa de Diseño y Mercadeo de Moda, en el que se forman alrededor de 300 estudiantes en el programa regular. Para el próximo año, lanzaremos un nuevo programa en gestión y creación de negocios para la industria creativa. Además, en formación continua -cursos permanentes- atendemos a más de 300 personas al año.
¿Qué proyectos futuros tiene la escuela para fortalecer la conexión entre academia y eventos de gran alcance?
La escuela cumple 65 años, siendo pionera en formación en moda. Ya vamos por la cuarta generación de una empresa familiar que es legado y patrimonio.
Cada generación ha enfrentado retos: la primera introdujo conocimiento y tecnología en el sector; la segunda desarrolló un modelo propio de flujo de trabajo; y ahora la tercera enfrenta la transformación digital, tras la pandemia y la crisis.
El gran reto es armonizar lo digital con lo esencial: el oficio, lo manual, la disciplina. Queremos seguir formando estudiantes con criterio empresarial, capaces de generar valor y de dialogar con los nuevos discursos de la moda.
¿Qué significó para la Escuela Arturo Tejada estar presente en una feria como Ibagué, Negocios y Moda 2025?
Para nosotros, todo escenario que amplifique la misión de la escuela y los proyectos de los estudiantes es importante. Revisamos con cuidado cuáles son esas plataformas que realmente tienen impacto e interés para la institución, con el fin de promover el talento de los estudiantes y la vocación de la escuela.
Eso es clave: buscar escenarios para comunicarnos y exhibir nuestro trabajo. De todas maneras, cuando trabajas en la moda y el diseño, necesitas mostrar. Estos escenarios y eventos son mediáticos, de comunicación. Es fundamental ser parte de estas iniciativas y, además, proyectar hacia el futuro al talento.
¿Cómo se ha reinventado el rol académico de la Escuela?
Tenemos diferentes roles. Fuimos con un equipo de seis personas, cada uno con una función distinta. En primer lugar, organizamos una pasarela donde se presentaron las colecciones de 11 estudiantes.
Detrás de esa pasarela hubo toda una logística. Un estudiante, nuestro productor de moda, se encargó de coordinar y organizar toda la presentación. También estuvo el director de mercadeo y publicidad, responsable de amplificar el mensaje de la escuela.
Además, fortalecimos al sector con oferta cerrada en cursos personalizados y con nuestro portafolio estándar. También participamos con una charla en la agenda académica.
¿Cómo fue la pasada participación y desarrollo en Ibagué, Negocios y Moda?
En el desfile participaron 11 estudiantes, quienes presentaron colecciones basadas en narrativas históricas y memoria colectiva. Por ejemplo: Cenizas conecta con el Bogotazo, la violencia y la construcción social; Devoción explora lo esotérico en los años 40 en Bogotá; y Busca por dentro rescata la salsa caleña y la nostalgia del Grupo Niche.
Fue un ejercicio de sastrería reinterpretada. Estas colecciones transmitieron valores como la memoria, la resiliencia, la paz y la espiritualidad, con un consumidor que busca identidad cultural y raíces latinoamericanas. Quisimos mostrar la moda como arte y crítica social, pero también estética, portable y funcional.