Turismo

Sofitel Barú Calablanca comenzó el año como el hotel de lujo más premiado en la costa

Sofitel Barú Calablanca

El complejo destacó como el mejor de 2023 en cercanías a Cartagena por su oferta en gastronomía, exclusividad y descanso

Joaquín Mauricio López Bejarano

¿Qué piensa cuando quiere descansar? Ya sea en una escapada de fin de semana, unas vacaciones, un encuentro en pareja o familia. Sin importar cuál es el plan, cualquiera siempre verá un gran viaje en una muy buena habitación y un menú que le explote los sentidos, pero mejor si está cerca a la playa, y mucho más valioso cuando se trata de una privada.

Por eso es que a poco menos de una hora en carro desde el Centro Histórico de Cartagena, o a 25 minutos en un catamarán por el Mar Caribe, está Sofitel Barú Calablanca, uno de los hoteles más premiados en Colombia en 2023, y el que llegó a las mejores posiciones internacionales con su propuesta en Barú. Además, según los buscadores, se trata del nombre soñado en la hotelería de primer nivel en la playa para cualquiera que quiera visitar esa zona del país. Si The World's 50 Best Hotels pusiera la lupa sobre Colombia, el complejo sería uno de los que cubriría varios de sus criterios.

El lugar destaca por sus opciones no solo en playa privada sino su circuito de piscinas

Este Sofitel es un resort de lujo por el que decidió apostar la cadena francesa en cercanías a Cartagena, si bien para ellos no fue suficiente con tener el mejor complejo en el Centro Histórico (con el Santa Clara), ahora resaltaron por consolidar la gran operación en Barú. "Se trata de una experiencia única en el Caribe colombiano, por eso en tan poco tiempo que llevamos hemos tenido altísimos niveles de ocupación y comentarios por parte de quienes nos visitan" dijo Yannick Sorro, gerente general del hotel.

Los planes que atrapan

Toda persona sabe que su estadía en un hotel fue buena si el día en el que se va dice cosas como "me quiero quedar a vivir aquí" o si siente nostalgia en el check out, y eso es justo lo que los huéspedes del Sofitel Barú Calablanca han dicho en los comentarios. Pero ¿Qué les atrapa?

Y como se trata de una experiencia de lujo, muchos coinciden con vivirla con el mejor amiga de la familia: su animal de compañía. Incluso para ellos hay adecuaciones especiales.

A penas hace unas semanas Luxury LifeStyle Awards los incluyó entre los 100 mejores del mundo, un espacio con ocho tipo de habitaciones y cada una con el servicio mejor calificado de Barú. Así que al hablar de lo que atrapa al huésped está: alta cocina, descanso, atención personalizada, playa privada, lujo, limpieza, y bienestar.

Cuando los detalles empiezan en la cocina

El resort conquista desde la cocina. Si bien los hoteles cada vez luchan más porque sus equipos de gastronomía sean de alto nivel, muy pocos lo logran: la hotelería está llena de ideas para sorprender con platos, pero los huéspedes terminan buscando opciones en restaurantes externos, y eso es justo lo que no ocurre en Calablanca.

No solo hay uno sino varios lugares que funcionan como restaurantes diferentes dentro del resort. Para comenzar, lo recibirá el restaurante Calablanca, allí tendrá los mejores desayunos que planee en el calor de Cartagena. Pero luego viene Humo para esa noche especial y única, una cena con técnicas que asiáticas y de autor que no haría creer al visitante que está en un lugar lejos de la ciudad; y para los antojos que aparecen cuando se está en la playa, crearon el restaurante Bahía y un para nada común Food Truck.

La excelencia en la cocina comenzó con Patrice Guaus, la cabeza de la gastronomía en Barú, su claro afán de alto nivel recuerdan a los más exigentes cocineros franceses pero ahora llevado a las necesidades de un hotel de lujo; y para ejecutar sus ideas, está el bogotano Andrés Segura, el solo hecho que un cocinero joven, que su crianza gastronómica se base en restaurantes como Gaggan (uno de los mejores del mundo) habla muy bien del talento que administra los menús del Sofitel Calablanca.

Cuando el servicio se anticipa a las necesidades

Alejandra Messier Mugno, quien se unió al hotel a finales de 2022, está calmada en el lobby del hotel, tiene un radio en la mano desde el que está pendiente de los detalles que más buscan los huéspedes: sentirse en casa y no preocuparse por nada. La directora de ventas del lugar destaca cómo el reloj suizo en el que se convirtió Calablanca hoy lo aplauden los más exigentes visitantes internacionales.

La construcción fue toda una propuesta desde artesanal hasta artística, algo que se percibe en cada una de las esquinas del lugar.

"El objetivo es quitarle las preocupaciones a los huéspedes" y eso es justo lo que las personas verán en un complejo con ocho tipos de habitaciones y suites. Todas ellas con finos tendidos y un menú de almohadas que quieren enfocarse en el descanso de todos. Con detalles como el tipo de jabón, los accesorios de baño, o el postre que llega al cuarto, cientos de visitantes se han enamorado del que compite los primeros lugares de la hotelería de playa en Colombia.

El único problema será el tiempo

Yannick Sorro explicó que un buen promedio para disfrutar del hotel puede estar entre cuatro y cinco días, muchos se preguntarían ¿cómo quedarse tanto tiempo en un lugar que está lejos de cualquier molestia o actividad de la ciudad? él mismo respondió "aquí está todo".

Y en efecto, si busca actividades de playa, es solo inscribirse en la mañana, si prefiere resguardarse del sol cartagenero, será bienvenido al taller de panes o pizza del restaurante principal; si en la noche quiere ver al cielo, mejor cuando hay noches de cina en la playa. Y todo conservando los estrictos controles de una real experiencia de lujo.

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