Pilates en el deporte

Una excelente herramienta de entrenamiento para los atletas es la práctica de pilates. Dependiendo del deporte que realice, puede ayudar a incrementar velocidad, agilidad, fuerza, coordinación, balance y flexibilidad.

Los ejercicios de pilates alinean nuestro cuerpo y minimizan el riesgo de lesiones por impacto, por ejemplo, en un entrenamiento prolongado donde articulaciones y ligamentos terminan resentidos. Otro punto a favor es la inclusión de movimientos iguales en ambos lados del cuerpo, lo cual lo mantendrá balanceado. En deportes como natación y ciclismo, los pilates cuidan la fuerza de los músculos de la espalda logrando una buena postura, es decir, un gran beneficio para aquellos que deben mantener la misma posición por mucho tiempo. En el ciclismo son relativamente comunes las contracturas musculares o molestias por tensión en los músculos del cuello y la espalda.

Mejorar la flexibilidad es uno de los beneficios más notorios para los deportistas que practican pilates. El estiramiento, sin importar si el movimiento es de flexión, extensión o rotación hace que el rango del movimiento sea mejor y mayor a medida que va avanzando el entrenamiento. Así mismo, la práctica de pilates fortalece mentalmente mejorando la capacidad de concentración-un factor muy importante en el momento de la competencia-; mejora la secuencia de los movimientos, la coordinación, la capacidad aeróbica y desarrolla cierta habilidad para no sobrecargar los músculos. Además, la técnica del trabajo de los abdominales en pilates busca un equilibrio entre los distintos músculos que componen la zona abdominal. Un buen trabajo de abdominales sumado a los estiramientos de isquiotibiales equilibrará “perfectamente” los músculos que se ocupan de mantener la postura y los encargados del movimiento.

Así como en cualquier deporte, la práctica de pilates requiere de un calentamiento previo. En estos ejercicios se necesita trabajar poco a poco la flexibilidad para realizarlos correctamente. Luego sí, se aconsejan intentar ejercicios más avanzados, siempre teniendo cuidado-como en cualquier práctica deportiva-de no acarrear lesiones innecesarias.