Gastronomía

La plantación y el procesamiento, así es como se hace el tequila mexicano en Jalisco

@josecuervotequila

Puede visitar la destilería La Rojeña, de José Cuervo, para conocer todas las fases de producción del tequila, así como hacer una cata al final del recorrido

Carolina Salazar Sierra

Tequila es uno de los 12 pueblos mágicos del estado de Jalisco, en México, un lugar que recibe su nombre del volcán de la región. Precisamente, la tierra roja y volcánica de la ciudad es ideal para las plantaciones de agave azul, cuyo corazón es el centro de la producción del tradicional tequila mexicano.

La ciudad está a solo 45 minutos de Guadalajara y entre sus atractivos turísticos está la posibilidad de conocer todo el proceso de producción del tequila, desde la plantación del agave hasta su destilación e, incluso, puede tener una cata.

LOS CONTRASTES

  • Sergio GranadosSommelier

    “La mejor forma para disfrutar cada uno de los sabores es conociendo el producto, consiguiendo las mejores botellas que hay en México, y tomándolo de a poco”

El recorrido inicia en las plantaciones de agave. Allí conocerá a los jimadores, aquellos agricultores que se dedican a cosechar este tipo de plantas, que le enseñarán el proceso de siembra, los cortes que se le deben hacer a las pencas y cómo obtener el corazón de la planta nativa de México, que debe crecer entre seis y 10 años antes de su cosecha.

El siguiente paso es adentrarse en la ciudad, donde podrá comprar cantaritos y cazuelas para ir degustando el tequila en diferentes puestos callejeros locales.

Carolina Salazar / LR

La Rojeña, de Jose Cuervo, es ideal para conocer el proceso de producción, pues es la destilería más antigua de América Latina. El tour dura entre 45 minutos y una hora, y tiene precios entre $300 y $510 pesos mexicanos (US$18 y US$30), dependiendo de si quiere incluir la cata o no.

Hoy, Jose Cuervo tiene tres destilerías: Rojeña 1, que es donde se hace el tour, la más pequeña, antigua y la única que se utiliza para fines turísticos; Rojeña 2, que es una expansión de la anterior; y Los Camichines, que está en La Laja, en los altos de Jalisco. Las tres juntas producen cerca de 250.000 litros de tequila al día.

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A la entrada de La Rojeña podrá ver el típico cuervo de la marca a gran escala y, luego, lo recibirán con un video, para iniciar el tour.

La producción de tequila está protegida por la denominación de origen, lo que significa que solo se puede producir en cinco estados de México: Jalisco, Guanajuato, Nayarit y Tamaulipas. Siguiendo con el proceso de producción, tras la cosecha se corta el corazón del agave en forma de piña, que puede pesar entre 40 kg y 60 kg, y se necesitan siete kilos de agave para hacer un litro de tequila.

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Las piñas de agave llegan al patio de hornos de mampostería, un material que ayuda a mantener las cantidades de azúcar de la planta. La cocción se hace con vapor de agua por 38 horas a 96 grados centígrados. En el siguiente punto, la descarga de hornos, podrá probar el agave cocido, antes de pasar a las bandas móviles hacia el área de molienda.

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El jugo del agave se envía al área de fermentación por entre 50 y 60 horas; y, al finalizar, se obtiene el mosto muerto, un líquido que todavía no es tequila. Sigue, entonces, el proceso de destilación y el almacenamiento, dependiendo de qué tipo de licor se quiera conseguir: tequila mixto o tequila 100%. Allí, podrá degustar tres clases de tequila.

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La cata, al final del recorrido, la podrá hacer en un salón privado de las instalaciones con un experto. Podrá probar la línea tradicional: plata, reposado y añejo.

Carolina Salazar / LR

*Invitada por Sec. de Turismo Jalisco

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