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Plataforma K calcula cerrar negocios por US$3 millones

Mario Chaves Restrepo

La novena versión de Plataforma K, que se llevó a cabo en la Universidad del Norte en Barranquilla, espera cerrar negocios por cerca de US$3 millones. Para esto, además de las pasarelas, la organización ha habilitado una rueda de negocios y un Pop Up store, para que las personas puedan comprar al detal las prendas que ven en el evento. Uno de los máximos protagonistas del encuentro de moda fueron los trajes de baño.

Para Janine Pineda, la organizadora de la feria, la columna vertebral de Plataforma K son los negocios, y por eso se trabaja de la mano con las cámaras de comercio del país en la convocatoria de diseñadores y con Proexport y Propaís para traer compradores a las ruedas de negocio.

Según Catalina Hernández, gerente de prendas de vestir de Proexport, si bien el monto de dinero que se mueve con este evento no es muy alto, todo el trabajo que se realiza para Plataforma K está enmarcado en el plan de transformación productiva, y permite abrir puertas a productos con un alto valor agregado, que compiten más por calidad, que por precio, y el desarrollo de esos productos con valor agregado es lo que a la larga ayudará al sostenimiento del sector.

Adicionalmente, Pineda indicó que la característica esencial de las marcas que asisten al evento, es que no producen grandes cantidades, sino productos de colección con buena calidad. “Acá no vendemos maquilas, sino colecciones, e invitamos como compradores a boutiques especializadas y almacenes que estén interesados en el diseño”, expresó. Un ejemplo de este concepto, según Pineda y Hernández son los trajes de baño. “Los vestidos de baño colombianos, que están en tantas partes del mundo, y que se consiguen en el mercado internacional en US$300, tienen una ventaja competitiva muy grande, y su dolor de cabeza no es, por ejemplo la revaluación. Su reto es conseguir clientes, y hacia allá es a donde apuntamos”, señaló Hernández.

Para la presidenta de la Cámara de Comercio de Barranquilla, además de los negocios, la importancia de esta clase de eventos para la ciudad radica en que se genera una buena imagen de Barranquilla, se ayuda a posicionarla como un destino internacional de la moda, atrae las miradas de la prensa, empresarios y turistas, y permite el crecimiento del sector confeccionista. Además de eso, Pineda indicó que el montaje del evento genera cerca de 600 empleos, sin contar los indirectos.