Ocio

Platillos Voladores le apuesta a la comida tradicional colombiana

Daliana Garzón Ortegón

Uno de los grandes atractivos del lugar es  la  temática que maneja, la cual ha sido diseñada por el artista plástico Carlos Andrade, quien ha situado en cada uno de los espacios imágenes populares, platos rotos, almanaques de otras épocas, lámparas hechas con bomboneras al revés y otros elementos que le dan un toque diferente y auténtico.

Una casa blanca del período Republicano y un mandarino que habita en el antejardín da la bienvenida a quienes visitan el restaurante, a esto se le suman los jardines y techos altos que ofrecen al comensal un ambiente de frescura y acogedora estadía.

Victoria Acosta Cruz, chef y propietaria del restaurante aseguró que “el proyecto comenzó como una tienda y clases de cocina que tiempo después se convirtió en un restaurante, donde hay capacidad para 130 personas”. Y agregó que “estos últimos años he continuado con el restaurante muy centrada en rescatar sabores de nuestra tierra y trabajando con   productos del entorno”.

Algunos de los platos más representativos de este sitio son: carapachos de cangrejo, pescado chontaduro, pollo guayaba, y queso azul con puré de papa criolla y ceviche de pescado, los cuales en promedio cuestan entre $28.000 y $45.000.

Allí también se encuentran entradas muy propias del lugar  como rollitos de jaiba y camarones, rollitos de chontaduro, alitas picantes, entre otras, que oscilan entre $19.000 y $23.000, así mismo, ensaladas de camarones, queso, pollo, vegetales y demás que cuestan en promedio $29.000; sopas, carnes y arroces también  hacen parte de la diversa y amplia carta del restaurante.

La carta también ofrece gran variedad de vinos, cocteles y bebidas que son ideales para acompañar con cualquiera de estos platos. 

El restaurante está abierto de lunes a viernes de 12:00 p.m.  a 3:00 p.m. y de 7:00 p.m. a 11:00 p.m., y los sábados de 1:00 p.m. a 4:00 p.m. y de 7:00 p.m. a 12:000 a.m., donde en promedio hay 45 personas al servicio de los visitantes.

De esta manera Platillos Voladores pone una variedad de mezclas suculentas de las diferentes regiones del país y el mundo, con las que logra conquistar a todos  los visitantes y contribuye a l desarrollo  gastronómico de la capital del Valle del Cauca.