Récords en maratones prueban límites de la fisiología humana y tecnología del calzado

Brigid Kosgei de Kenia demolió el récord mundial de las mujeres por más de un minuto en el Maratón de Chicago el domingo, borrando una marca que había estado en pie durante más de 16 años.

Su desempeño explosivo, que la vio cruzar la línea en 2 horas 14 minutos y 4 segundos, llegó apenas un día después de que su compatriota Eliud Kipchoge rompiera la barrera de 2 horas en un evento especialmente diseñado en Viena, convirtiendo esto en el fin de semana más rápido en la historia del maratón

Más que simplemente aniquilar registros, estas 48 horas también desafiaron ideas de larga data sobre los límites de la fisiología humana.

Molly Huddle, dos veces olímpica y que probablemente formará parte del equipo de maratón de EE. UU. En Tokio el próximo año, tuiteó su asombro: "2:14 mierda, qué es la vida en este momento".

Un maratón de hombres de 2 horas era inconcebible hace tan solo 10 años. Aunque 1:59:40 de Kipchoge no contará como el récord mundial oficial, porque no llegó en condiciones de carrera y usó un elenco rotativo de marcapasos, encadenar 26.2 millas a un ritmo de 4:34 sigue siendo un logro alucinante .

Y por el lado de las mujeres, el récord mundial de 2003 establecido por Paula Radcliffe de Gran Bretaña comenzaba a parecer inexpugnable. Hasta el domingo, de hecho, el tiempo de Radcliffe de 2:15:25 fue el único maratón de mujeres en la historia por debajo de 2:17:01. Ahora Kosgei está en esa atmósfera enrarecida. Ella sugirió que esto era solo el comienzo.

"Creo que 2:10 es posible para una dama", dijo.

Al elegir este extraordinario fin de semana, el deporte no tiene que buscar explicaciones.

Kosgei y Kipchoge tenían una cosa crucial en común durante sus triunfos además de envolverse en la bandera de Kenia: ambos rasgaron sus respectivas carreras con zapatillas Nike tan rápido que amenazaron con remodelar la carrera a distancia.

Diseñado con una placa de fibra de carbono dentro de suelas excepcionalmente gruesas, ya no hay ninguna duda de que las Nike Vaporflys, como se las conoce, confieren una ventaja apreciable a los maratonistas de élite. Los diversos modelos de Vaporfly se han vuelto tan controvertidos desde su lanzamiento inicial hace dos años que hay dudas en los círculos en funcionamiento sobre si deberían ser legales.

Los cinco maratones de hombres sancionados oficialmente más rápidos de la historia, por ejemplo, se corrieron en Vaporflys en los últimos 13 meses. Kipchoge y sus marcapasos también los usaron en sus dos intentos de romper 2 horas: su intento fallido de 2017 en Monza, Italia, cuando corrió a las 2:00:25, y para su 1:59:40 en Viena el sábado.

Y ahora, el maratón de mujeres más rápido de la historia también está en la lista de Vaporfly.

Si bien Kosgei, de 25 años, ya era una fuerza probada en los principales maratones (ganó en Chicago en 2018 y en Londres esta primavera), había pocos indicios de que pudiera superar repentinamente a Radcliffe. Su mejor marca personal antes de este fin de semana, 2:18:20 en Londres, mientras usaba Vaporflys azules, fue más de cuatro minutos más lenta que el esfuerzo del domingo.

Originalmente, Kosgei había planeado usar el mismo modelo de zapatillas azules en Chicago, dijo a los periodistas, pero hizo una llamada tardía para cambiar al modelo más nuevo después de ver la carrera de Kipchoge de menos de 2 horas el sábado. Y para la marca de 13.1 millas de la carrera, que alcanzó en solo 66 minutos y 59 segundos, estaba claro que su decisión había valido la pena.

"Cuando vi lo rápido que corría Brigid en la primera mitad", dijo Radcliffe a la BBC, "supe que iba a romperse".