Ocio

Recuperando la estabilidad

Alexander Obando

El tobillo es una articulación que recibe cargas enormes, y por eso siempre será aconsejable iniciar la preparación con su fortalecimiento para luego continuar con ejercicios durante el resto de la temporada. De esta manera, esta importante articulación suele ser muy vulnerable a esguinces (especialmente en deportistas).

Un esguince se puede producir -durante el entrenamiento o en competencia- por un mal apoyo o al pisar algo que ocasione el desplazamiento del pie hacia adentro o hacia afuera. Frecuentemente es necesario una placa de rayos X para descartar una fractura. En casos menos graves, una distención o ruptura de ligamentos ocasionará inmediatamente hinchazón. El dolor del esguince es bastante fuerte e impedirá el movimiento del pie, afectando la continuidad de los entrenamientos.

Inicialmente, lo mejor es aplicar hielo y evitar apoyar el pie para que la lesión no aumente. Dependiendo de la gravedad del esguince, el médico determinará si es necesario una férula o un yeso para prevenir mayores daños y acelerar la cicatrización del ligamento. Así mismo será necesario el tratamiento diario con fisioterapia y mucho reposo.

Una vez el dolor y la inflamación desaparezcan, se puede retomar el entrenamiento. Si se realizaran saltos hacia adelante, atrás, y hacia los lados apoyando el pie lesionado, no debería existir dolor ni inestabilidad, y de hecho, pueden ser parte de los ejercicios de fortalecimiento y equilibrio. Se deben evitar las pesas en esta etapa de la lesión; en su lugar, se recomienda utilizar bandas elásticas unas tres veces al día.

En cualquier caso, el entrenador y el médico son los que determinarán cuánto tiempo más el atleta deberá permanecer inactivo o entrenando con suavidad.

Finalmente, cuando el atleta esté listo, deberá realizar giros en ambos sentidos y no se recomienda que entrene en terrenos irregulares. Con seguridad el tobillo le brindará la estabilidad de costumbre si efectivamente se han seguido las recomendaciones del médico, el fisioterapeuta y el entrenador: Un trabajo en equipo que garantiza buenos resultados.