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Renace el entretenimiento de reyes, el croquet

Ripe

Llegan en fila y vestidos de blanco. En una mano, un gin-tonic; en la otra, un mazo hecho a medida.

Saludan protocolariamente al referee (árbitro) y entran en la pista de hierba cortada milimétricamente, donde seis aros se erigen retadores. Así fue el campeonato Mundial que se llevo a cabo hace algunas semanas en Inglaterra.

Hace apenas unos años eran menos de 100, ahora son más de 300 en España los adictos a este juego que levanta pasiones en países tan diferentes como República Checa, Nueva Zelanda, Egipto, Estados Unidos o Inglaterra.

El croquet es un deporte con siete siglos de antigüedad, cuyos orígenes hay que buscarlos en Francia, donde se denominaba paille-maille (juego del martillo). Cuando Jacobo VI de Escocia se convirtió en el rey James I de Inglaterra en 1604 lo dio a conocer en la corte inglesa, pero fue en Francia donde se rebautizó como croquet, nombre con el que se extendió por las colonias británicas y se popularizó en el resto del mundo. Tuvieron que pasar más de dos siglos para que, en 1868, se fijaran las primeras normas de juego en Wimbledon.

“Aunque tiene el mismo origen que el golf, el paille-maille era más parecido al croquet actual. En España aún hay restos de los campos donde jugaron los primeros borbones: en La Granja de San Ildefonso, en Aranjuez o en El Retiro. Felipe V era muy aficionado”, explicó Luis De Gortázar, subcampeón de España (individual 2013) y uno de los ‘international referee’ titulados por la Croquet Academy (Southwick, Reino Unido) junto con Emilio Marín.

Existen dos modalidades: “El croquet AC (Association Croquet) y el croquet GC (Golf Croquet). Las dos tienen antecedentes igual de antiguos, pero la que triunfa desde los años 80-90 es el golf croquet. La primera es más difícil, más técnica y requiere mayor estrategia”, apunta De Gortázar. El juego es aparentemente sencillo, consiste en pasar una bola por unos aros y algunos lo definen como la versión salvaje del putting golfístico: en el golf el putter es un palo metálico y pequeño que impacta sobre una bola diminuta, mientras que en el croquet se utiliza un mazo grande de madera que golpea una bola de 453 gramos. Y en vez de meterla en un hoyo, hay que hacerla pasar bajo un aro estrecho (solo queda un milímetro y medio de holgura entre la bola y el aro cuando se emboca).

Actualmente, el país donde está más extendido el deporte es Egipto, con más de 6.000 personas inscritas en la federación. En Australia y Nueva Zelanda existe también una gran afición y mantienen unos 300 campos.

En Latinoamérica el juego no es popular, aunque es normal encontrar personas jugando en sus fincas de recreo.

Consejos para practicar el deporte
Cada jugador golpea dos bolas de manera alterna: el primero golpea la azul y la negra y el segundo, la roja y la amarilla. El objetivo es pasar sus dos bolas por todos los aros, en el orden y sentido correctos, tanto en el recorrido de ida como en el de vuelta. Finalmente, hay que golpear la clavija central (estaca) antes de que lo logre el adversario. Cada vez que se supera un aro, así como la estaca, se consigue un punto.