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Reserva Real: el vino en honor a don Juan Carlos

Ripe

Miguel Torres es sin duda alguna una de las bodegas de referencia de todo el panorama vinícola global. Y no solo porque a partir de sus viñedos en Cataluña, Rioja, Ribera del Duero, Chile y California elabora más de 40 millones de botellas cada año.

Torres es una bodega puntera porque, amén de sus vinos de producción masiva, atesora también una serie de “vinos de finca”, que nacen en viñedos privilegiados y cuya calidad es contrastada: los blancos Milmanda y Fransola y los tintos Mas La Plana, Grans Muralles, Mas Borras y Viña Real.

El elegido del rey
Este último fue objeto, hace unos días, de una cata vertical -tal como se denominan las degustaciones de varias añadas del mismo vino- en el restaurante Zalacaín de Madrid. Con los argumentos técnicos de Josep Sabarich (director técnico de la bodega) y un servicio impecable, a cargo del sumiller Custodio Zamarra (una eminencia en su profesión), la ocasión fue inmejorable para contrastar la calidad y potencial de guarda que posee este grandísimo tinto.

Reserva Real nació en 1995, cuando, con motivo de su 125º aniversario, su majestad el rey don Juan Carlos visitó las bodegas Torres. Al monarca le agradó especialmente un vino procedente de un viñedo excepcional, que cuenta con suelos pizarrosos poco habituales en esta zona del Penedès y un microclima especial que favorece a la producción de vinos de gran calidad. El vino que tanto gustó al rey está elaborado, además, con variedades nobles: cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot. Es, por tanto, un tinto de típico corte bordelés, aunque con las características propias de los vinos nacidos cerca del Mediterráneo. Bautizado como Reserva Real en honor a la sensibilidad de su ilustre mentor, este tinto se elabora solo en las mejores añadas, en una producción limitada a 1800/2500 botellas al año, aproximadamente.