Rubiales, de la Federación española, se niega a dimitir y culpa al "falso feminismo"
viernes, 25 de agosto de 2023
La Comisión Disciplinaria de la Fifa abrió un procedimiento disciplinario por el beso a Jenni Hermoso y los gestos obscenos en el palco
Expansión - Madrid
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) pide perdón por agarrarse los genitales en el palco de autoridades y asegura que el beso en la boca a Jenni Hermoso fue "libre, mutuo y consentido".
Cinco días después de estallar la polémica por el beso en la boca a Jenni Hermoso y sus gestos obscenos en el palco de autoridades durante la final del Mundial femenino entre España e Inglaterra, Luis Rubiales se ha negado a dimitir como presidente de la Rfef. "¡No voy a dimitir, no voy a dimitir!", ha repetido en varias ocasiones mientras se escuchaban aplausos en la sede de la Rfef en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid).
Contra todo pronóstico, el máximo dirigente del fútbol español ha hecho oídos sordos a todas las críticas y las peticiones de dimisión de los últimos días y ha culpado a la "lacra" del "falso feminismo" por lo que él entiende como una "cacería" y un intento de "asesinato" contra su persona. "El falso feminismo no busca la justicia, no le importa la verdad, no le importan las personas; están esperando una ejecución para colgarse una medalla", ha dicho Rubiales ante decenas de periodistas y cámaras de televisión.
Rubiales ha pedido perdón por agarrarse los genitales en el palco de autoridades, ha explicado los motivos de su comportamiento y ha asegurado que el beso en la boca a Jenni Hermoso fue "libre, mutuo y consentido". Rubiales no da por terminada una gestión de cinco años, plagada de escándalos y polémicas, al frente del máximo organismo rector del fútbol español.
La presión sobre Rubiales se había disparado en las últimas horas y parecía insoportable, incluso para el ex futbolista de Motril, que cumplió 46 años el miércoles. Las peticiones de dimisión no han cesado desde el pasado lunes y han llegado desde todos los ámbitos, incluidos los máximos estamentos de la política y el deporte español.
Beso a Jenni Hermoso
Todos consideraban insuficientes e inadmisibles las disculpas de Rubiales. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le pidió que "diera más pasos" y calificó su comportamiento de "inaceptable" tras el acto de recepción a las campeonas del mundo en el Palacio de la Moncloa.
La dimisión de Rubiales pone fin a una etapa de cinco años al frente de la Rfef, cargo al que llegó en 2018 y en el que fue reelegido en 2020 para otro mandato de cuatro años. Su etapa como presidente de la RFEF, calificada como "impecable" y "maravillosa" por algunos dirigentes territoriales, ha estado salpicada por numerosos escándalos, entre ellos las supuestas comisiones cobradas y pactadas con Gerard Piqué en 2019 por trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí.
Una jueza de Majadahonda investiga las presuntas irregularidades cometidas por Luis Rubiales en la Rfef, entre las que se incluyen una supuesta "fiesta con 8 o 10 chicas jóvenes" celebrada en un lujoso chalé de Salobreña (Granada) que se habría pagado con dinero de la Federación. O también un viaje a Nueva York con una mujer presuntamente pagado con fondos de la Federación.
Luis Rubiales también será recordado por sus continuas desavenencias y enfrentamientos con el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, y por despedir al seleccionador nacional, Julen Lopetegui, tras anunciar el Real Madrid el fichaje del entrenador guipuzcoano pocos días antes del debut de España en el Mundial de Rusia de 2018.
Desde que el domingo por la tarde, poco después de la final entre España e Inglaterra, salieran a la luz las imágenes de Rubiales dando un beso en la boca a Jenni Hermoso, numerosos representantes políticos y de organismos deportivos pidieron la dimisión o destitución del presidente de la Rfef. Al polémico beso sin consentimiento se sumó el bochorno por otras imágenes de Rubiales agarrándose los genitales en el palco de autoridades, a pocos metros de la Reina Letizia y la Infanta Sofía.
El primero en censurar públicamente el comportamiento de Rubiales fue el ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, quien el lunes consideró en una entrevista en RNE "inaceptable" la actitud de Rubiales y le conminó a dar "explicaciones" y a presentar sus "disculpas". Al día siguiente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó de "insuficientes" las disculpas ofrecidas por Rubiales y le pidió al presidente de la RFEF que diera "más pasos" para aclarar un comportamiento que calificó de "inaceptable".
A partir de entonces, otros representantes políticos y del Gobierno se sumaron a los reproches y surgieron las primeras peticiones de dimisión. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), de la que Rubiales fue presidente entre 2010 y 2018, emitió un duro comunicado en el que exigía la aplicación la nueva Ley del Deporte en caso de que el presidente de la Rfef no dimitiera. "Es especialmente grave lo sucedido con Jennifer Hermoso al encontrarse en una clara vulnerabilidad ante una persona que tiene una posición de poder sobre ella al iniciar un acercamiento o realizar un gesto físico", manifestó la AFE.
Comportamiento inapropiado
Uno de los comunicados más duros fue el de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F), que presentó una denuncia ante el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos. "Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta", decía la nota de Liga F.
"Celebrar el triunfo en el palco de autoridades agarrándose los genitales al lado la Reina y la Infanta Sofía es inadmisible y repugnante. Que un jefe agarre de la cabeza a su trabajadora y la bese en la boca, sencillamente, no puede tolerarse. Tildar públicamente de 'gilipollas, tontos del culo y pringaos' a aquellos que reprochan tales actitudes es inadmisible y repugnante", añadía el comunicado de la Liga F, que pedía la "inhabilitación" de Luis Rubiales como presidente de la Rfef. "España y el fútbol español no merecen un representante de este nivel", terminaba el escrito.
La propia Jenni Hermoso, a la que Rubiales intentó convencer para que apareciera en su vídeo de disculpas, exigió "medidas ejemplares" contra el presidente de la RFEF. La futbolista, de vacaciones en Ibiza con varias compañeras de selección, rompió su silencio a través de un comunicado del sindicato Futpro. "Expresamos nuestra firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres. Pedimos a la RFEF que implemente los protocolos necesarios, vele por los derechos de nuestras jugadoras y adopte medidas ejemplares" contra lo que Futpro consideraba actos de "acoso, abuso sexual, machismo y sexismo".
La Fifa abre procedimiento disciplinario
La presión sobre de Rubiales se incrementó aún más este jueves con el anuncio de la Fifa de la apertura de un procedimiento disciplinario. Además, la Comisión Disciplinaria de la Fifa adelantaba que el comportamiento de Rubiales, tanto el beso a Jenni Hermoso como los gestos obscenos en el palco, "podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA".