Running: por qué engancha a la gente y cómo practicarlo

Joaquín Kini Carrasco ha sido deportista desde que tiene memoria. El accidente de moto que sufrió cuando apenas tenía 20 años y que le costó perder el brazo izquierdo no mermó su espíritu deportivo y de superación. Ha sido paralímpico en los Juegos de Seúl 88, Barcelona 92 y Sydney 2000; paratriatleta con un oro en el Campeonato del Mundo de Duatlón; plata en el Campeonato de Europa de Triatlón de Media Distancia; bronce en el Campeonato del Mundo de Triatlón Cross...

Con un largo recorrido como preparador físico, es una autoridad en el mundo del running: “Antes de empezar a correr, si puedes, lo ideal es pasar un reconocimiento médico, aunque sea muy leve. Para alguien que no ha corrido nunca, recomiendo lo que llamo correr/andar: empezar a correr muy poquito tiempo y cuando notas ya la fatiga o la elevación de las pulsaciones, parar y comenzar a andar un poco y repetir sucesivamente. No se debe nunca forzar más de 15 minutos de esta manera las primeras veces que salimos a entrenar”.

Un consejo parecido da José Manuel Limones. “Alguien que parta de cero”, aseguró, “debe comenzar por conocer su propio estado de forma física y realizar rodajes más cortos y suaves. Y a partir de ahí, ir de menos a más. En unos meses, cuando haya cogido cierta forma física y el nivel de pulsaciones esté en cifras buenas, puede empezar a subir distancias. A la hora de correr una media maratón o un maratón completo es fundamental estar bien entrenado, nadie puede correr una prueba de este tipo sin una preparación profesional, porque a la larga se pueden generar lesiones musculares o cardíacas. Es imprescindible contar con pulsómetro”.

También importa para iniciarse la superficie sobre la que se corre. “Lo mejor es la tierra”, afirmó Carrasco, “si no hay hierba, que es lo ideal. El asfalto es duro. Si encima no contamos con una buena amortiguación en las zapatillas, vienen las lesiones, tendinitis, etcétera. Según se va progresando no queda más remedio que salir al asfalto sí o sí, porque las carreras suelen celebrarse en este tipo de pavimento, por lo que es aconsejable ir acostumbrando al cuerpo a esas superficies más agresivas para las articulaciones”, concluyó. 

Siempre es recomendable un acondicionamiento físico general, complementario a la carrera. “Pasar por la sala del gym y trabajar los grandes grupos musculares”, afirmó el atleta extremeño, “ejercicios de cuádriceps para fortalecer y proteger las rodillas; un poco de femoral; gemelos... Y es fundamental estirar siempre antes y después de empezar”.

Si hay un elemento esencial a la hora de ponerse en marcha es la elección de las zapatillas. Para Carrasco, el factor determinante es el peso. “Siempre recomendaría que el principiante acuda a una tienda especializada en running y no compre las más bonitas, ni las que más colores tengan o las que más le gusten, sino las que le vayan bien, si puede ser con la asesoría de un especialista, mejor”. 

“Si alguien tiene exceso de peso o no ha corrido nunca yo aconsejaría una zapatilla con muchísima amortiguación. Y que sea de tipo neutro, utilice plantillas o no; si pisa normal es la mejor opción, y si ve que no pisa bien tendrá que ir al podólogo, que es quien le va a decir qué plantillas va a necesitar. Además, una persona que pese 90 kilos no puede correr con unas zapatillas que pesen 50 gramos. Es imposible, no disponen de la suficiente amortiguación”, aclaró el atleta.

Limones, por su parte, también señaló que también es importante tener cuenta la climatología: “No es lo mismo correr en invierno que en verano, o en el norte de España que en el centro o el sur. También hay que valorar las distancias que tenemos pensado correr”. La ropa escogida no va a influir en las lesiones, pero sí determina la comodidad a la hora de ejercitarse. Como apunta el preparador y experto testador de productos deportivos madrileño, “en verano las primeras capas deben ser muy, muy livianas y muy transpirables. A ser posible con factor de protección ultravioleta y sin apenas costuras. Las primeras capas suelen ser de fibras sintéticas porque el algodón, por ejemplo, es una fibra hidrofílica a la que le gusta el agua, no transpira. Casi todas las primeras capas suelen ser fibras hidrofóbicas como poliéster. 
Ahora está en auge la combinación de fibras sintéticas con lana. Muchos fabricantes están trabajando en esta mezcla, que aísla del frío y permite que transpire el cuerpo, con una alta protección solar y, además, evitando el olor, característica específica de la lana”.

La opinión

Joaquín Kini Carrasco
Deportista paralímpico
“Si alguien tiene exceso de peso o no ha corrido nunca yo aconsejaría una zapatilla con muchísima amortiguación. Y que sea de tipo neutro, utilice plantillas o no”.