Gastronomía

Sauvage Restaurante celebra sus tres primeros años como un clásico neo bistró

Sauvage restaurante

Dos franceses que llegaron con su mochila a Bogotá se dedicaron a diseñar lo que para ellos es la tradicional cocina de su país

Joaquín Mauricio López Bejarano

Hay términos en la cocina que por el exceso de su uso terminan olvidando su definición original. Una palabra víctima aquí es la del bistró, que en América Latina se fue popularizando por ofrecer carnes, pesca y vinos en espacios muy sofisticados pero se iba alejando del auténtico desarrollo de la típica casa francesa con platos más hogareños.

Por eso, en las calles de Quinta Camacho está Sauvage, allí dos franceses decidieron enfocarse en lo que para ellos sí recrea el término bistró: Una casa decorada por artistas amigos, abierta para todos, mesas diseñadas con sus manos, una cocina que se integra con el servicio, la luz tenue de noche que de fondo se resalta con “Love Forever” de The Babe Rainbow y otros grupos psicodélicos.

Pero, sin duda, después de todo es un restaurante, y su protagonista es el diseño de platos que le harán entender a qué se refieren los franceses cuando buscan experimentación, investigación y diseño de sabor.

Hay un trato delicado por las proteínas y vegetales, una muestra que el curry no tiene que ser invasivo sino explosivo en boca, como pasa con su spaghetti de jaiba, y sin duda una gran ventana para dignificar la pesca colombiana. Sauvage, un restaurante literalmente hecho a mano está enamorado de los pescadores colombianos, de los ingredientes más frescos de Bahía Solano, que ahora reciben en esta cocina de Bogotá los recuerdos de la técnica francesa.

Un mix de géneros e ingredientes que no descuida su barra, ¿a quién se le ocurrió ver cómo se puede casar el café y el whisky?, a sus cocteles.

Así que, con todo esto, el lugar reconfiguró el término de bistró en Bogotá, para lo que sería el nuevo neo bistró, una mejora al concepto por sus suaves sabores y el ambiente tan relajado que tienen; así celebran tres años, en los que no paran de repensar el menú y los detalles en el servicio.

Tartar de res angus y tuétano

Yema curada, pan de masa madre, sauco encurtido y tuétano. Una entrada llena de la frescura y color, típica de un bistró francés, sin olvidar los elementos clave de la despensa colombiana.

Texturas de zanahoria y jus de maracuyá

Texturas, cake y crema de zanahoria, vainilla, crumble de jengibre, jus de maracuyá y helado de chocolate blanco y ron. Una propuesta que se basa en los colores y ambiente de la primavera alemana.

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