Sitios para comprar chocolates premium

“El chocolate artesanal, o el chocolate gourmet tiene altísimos estándares de calidad que la mayoría de chocolates industriales no tiene, por el cuidado con el que se elabora y la técnica que se utiliza para su fabricación. Hablamos de una producción completamente manual y artesanal, muchas veces con ingredientes colombianos y de muy alta calidad. En Luisa Brun, por ejemplo, hacemos solamente 200 o 300 chocolates al mes”, explicó Juan Manuel Pardo, propietario de la chocolatería Luisa Brun, un establecimiento que cuenta con más de 30 años de experiencia en la producción de chocolates gourmet.

La calidad de las trufas y los bombones, dos de las principales preparaciones de este alimento de forma artesanal, depende de la cobertura del cacao, que no haya sido mezclado con químicos y que su sabor no deje sensación grasosa cuando se ha derretido en la boca. Además, su presentación debe ser brillante, y normalmente busca expresar las emociones que el maestro chocolatero quiere imprimir en su producto. Es una preparación casi artística la que los chocolateros utilizan en sus creaciones.

“Después de derretir el chocolate, lo transformo en bombones, barras o trufas, pero siempre enfocado en el trabajo visual del chocolate, y en el trabajo de combinar el chocolate con otros sabores. Cada chocolatero busca imprimir en la receta personal sus ideas, su sensibilidad.  Es muy importante la parte estética, el color, las figuras, la parte emocional del producto. Más que un alimento, el chocolate tiene algo emocional muy importante, y una vez lo comemos tiene efecto sobre el ánimo de quien lo consume, de quien tiene placer de llevarlo a su boca”, afirmó Serge Thiry, un chocolatero belga que llegó hace 10 años a Bogotá para expandir la cultura del chocolate.

La exclusividad de este producto, que desde su preparación busca impactar en lo visual, no se limita solamente al chocolate, sino también al trabajo de sus empaques. Por eso, explicó Pardo, muchos de los clientes de estas chocolaterías hacen compras para ocasiones especiales, como el Día de la madre o Navidad, pues se trata de un obsequio que en sus presentaciones más cuidadas puede llegar a los $600.000 por una caja.

“Una presentación especial, por ejemplo, está hecha en cedro, pintada a mano y con apliques en plata. Son empaques que muy pocas personas esperarían recibir”, concluyó Pardo.

Paz Chocolatier,Bogotá

Paz Chocolatier está ubicada en la carrera 71A #79A-66 y ofrece chocolates gourmet de aroma, fabricados con manteca 100% de cacao sin sustitutos de la grasa propia del fruto. El rango de precios de sus productos está entre $13.000 y $60.000. Además, fabrican rosas de chocolate, figuras y mensajes, y se pueden adquirir también en línea a través de www.pazchocolatier.com.

Tartufi, Bogotá

Tartufi fue fundada en 2009 por Carolina López, y es su sueño hecho realidad, pues toda su vida quiso llevar su pasión por el chocolate a una empresa. Sus productos se pueden adquirir únicamente por internet, a través de su página www.tartufi.co. Esta empresa promete los mejores estándares de calidad y una línea saludable, con chocolates al 70% de cacao de 14 gramos.

Cocoa tienda de chocolates, Bogotá

Cocoa Tienda de Chocolates está ubicada en la avenida 19 #108-57, al norte de Bogotá. Aparte de su sede física, ofrece un catálogo virtual para compras en línea, y el precio de sus productos varía entre $15.000 y $36.000. Se caracteriza por sus empaques y el trabajo de mensajes en los chocolates, para regalos en ocasiones especiales o eventos empresariales.

Luisa Brum, Bogotá

Luisa Brun tiene 30 años de experiencia en la fabricación de chocolates gourmet, pero su propietario Juan Manuel Pardo, viene de una larga tradición de chocolateros, que desde hace 70 años trabajan en el oficio de preparar chocolate artesanal de la más alta calidad. Ubicado en la carrera 11A #93A-22, en el parque de la 93, este local ofrece productos que pueden llegar a $600.000.

Serge Thiry, Bogotá

Serge Thiry, un chocolatero belga que aprendió sobre este alimento en su tierra natal y trajo su conocimiento a Bogotá, es el propietario de esta chocolatería que lleva su mismo nombre. Ubicada en la calle 90 #13-44, esta tienda ofrece ‘chocolate de autor’, pues su creador considera que sus preparaciones aluden tanto a las emociones como a los sabores.

Las opiniones

Serge Thiry
Chocolatero belga 
“Mucha gente no se imagina el trabajo que hay detrás de una trufa de chocolate o un bombón, por eso nunca un buen chocolate es barato”.

Carolina López 
Propietaria Boutique Tartufi
"En Colombia estamos muy atrás en cuanto a la cultura del chocolate y todavía no descubrimos el mundo maravilloso detrás de él”.

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