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Una caja fuerte que guarda sus relojes y evoca un viejo Mercedes-Benz

Expansión - Madrid

El legendario auto Mercedes Benz 300 SL de alas de gaviota, es considerado como el primer súperdeportivo de la historia (alcanzaba alrededor de unos 250 km/h), ha servido de inspiración a los maestros de la firma alemana Döttling, que desde 1919 fabrican exclusivas cajas fuertes, para su último diseño, la caja para relojes Colosimo Double Wing.

La pieza, que rinde homenaje en todos sus detalles a este automóvil de 1954 -uno de los más deseados por los coleccionistas a nivel mundial-, puede albergar hasta seis relojes en dos compartimentos. Döttling ha empleado para forrar la caja la misma piel de becerro con la que fue confeccionado el interior del coche hace más de cinco décadas. Además, ha integrado en el frontal un reloj Wempe Zeitmeister, como si se tratara del limpia parabrisas del Mercedes-Benz 300 SL.

El aire nostálgico del diseño se acompaña, sin embargo, de las mejores prestaciones tecnológicas. El complejo mecanismo de seguridad se pone en marcha cuando el propietario introduce su clave secreta de tres dígitos. En ese instante, las dos puertas circulares, que recuerdan a las de las tradicionales cajas fuertes, se abren de forma similar a las puertas de tipo `alas de gaviota`, mostrando los dos compartimentos donde se almacenan los relojes y en los que, también, gracias a sus grandes motores, se les da cuerda de una manera automática.

Esta es una edición limitada, tan solo 20 personas la podrán disfrutar. Cuenta con unas dimensiones de 27 x 53 x 21 centímetros, tiene un peso de unos 53 kilogramos y un precio aproximado de 28.000 ?.

Este lujo solo se lo pueden dar los hombres de negocios que vayan a la tienda Hora Universa, en España.