Gastronomía

Una experiencia en una cena clandestina puede costar hasta $250.000 por persona

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La época de la ley seca en EE.UU. (1919 a 1933) fue la inspiración de chefs y restaurantes para crear este formato de comidas con muchas sorpresas

Laura Neira Marciales

Una clave secreta que muy pocos sabían era fundamental para entrar a un Speakeasy en la época de la ley seca. Esta misma dinámica es la que ahora traen de regreso los chefs y restaurantes dedicados a las cenas clandestinas, un formato de velada en el que los asistentes no conocen su ubicación y, en muchos casos, su menú.

No es de extrañar que sea un concepto en tendencia en un mundo donde la inmediatez se ha tomado el día a día de las personas, pues estas comidas ofrece experiencias nuevas y extraordinarias que aumentan el valor de una cena común. Esto se refleja en su precio, que puede ir desde $85.000 por persona, hasta unos $250.000.

Aunque en la época en la que los Speakeasy se hicieron famosos (1919 a 1933) solo algunos elegidos sabían del evento y tenían la contraseña para entrar al lugar donde se realizaba, hoy en día, con el desarrollo de la tecnología, muchas se promocionan por redes sociales.

A pesar de eso, el lugar continúa siendo uno de los secretos mejor guardados, pues al organizarse el evento se anuncia la fecha y la hora, pero la dirección se da a quienes reservan su cupo y solo se entrega seis o 24 horas antes del encuentro.

Sebastián Martínez, chef y fundador de O’culto, uno de los sitios que ofrece cenas clandestinas, aseguró que estas “se han vuelto populares porque las personas ahora buscan experiencias nuevas y poco convencionales, por lo que cada vez se abren más Speakeasy”.

Pero, ¿qué incluyen este tipo de veladas? Pablo Rubiano, asesor de restaurantes, explicó que “estas cenas generalmente incluyen un menú de varios tiempos con diversas entradas, platos fuertes y postres, así como bebidas de todo tipo, que incluyen coctelería de alto nivel, licores premium y un servicio con más protocolo”.

LOS CONTRASTES

  • Sebastián MartínezChef y fundador de O’culto

    “Las cenas clandestinas son cada vez más populares porque las personas buscan experiencias nuevas y poco convencionales, por lo que se han abierto diferentes Speakeasy”.

Así como el menú, el costo de las cenas puede variar según las preparaciones, el lugar y la experiencia que ofrezcan, pues algunas pueden incluir música o performances en vivo.

Para que no exista ninguna situación lamentable en este tipo de eventos, quienes hacen la reserva deben llenar un formulario en el que especifican si tienen alguna alergia o intolerancia hacia un alimento; no obstante “les decimos a todos que si no son alérgicos, vayan abiertos a probar distintos sabores y preparaciones”, agregó Martínez.

Las cenas pop up y los restaurantes itinerantes, otra tendencia en auge

Junto con las cenas clandestinas, han aparecido otras experiencias gastronómicas que si bien van de la mano, no son lo mismo. En las comidas clandestinas son pocos los que saben su ubicación, mientras que en los restaurantes itinerantes o las comidas pop up, la locación se conoce. En estas últimas, los chefs o locales citan a las personas a cierta hora y en determinado lugar para tener una comida repentina; por el lado de los establecimientos itinerantes, un cocinero escoge un lugar que puede ser desde una casa, hasta un parque para llevar a cabo una velada.

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