Todos tuvimos el clásico profesor que se tomaba demasiado en serio su trabajo, que ponía a leer mamotretos con cara de bloque de cemento, bajo un solo argumento: es un clásico. Y como lo leyó corriendo, seguro ni recuerda de qué trataba. Clásico.
Pero, ¿qué obras se pueden considerar ‘clásicas’, por qué, y por qué sumergirse en ellas? Muchas respuestas y poco consenso hay en torno a estas preguntas, siempre vigentes en literatura, y también en música, cine, pintura. Italo Calvino y Jorge Luis Borges se habían formado un concepto muy claro al respecto. Y resulta esclarecedora para que todo aficionado, curioso o amante de cualquier tipo de manifestación artística, traze su propia ruta de exploración en medio del mar de creadores en la disciplina que le gusta. Y, también, para entender el impacto que ha tenido en su propia vida eso que alguna vez leyó para cumplir la tarea, y que sigue actuando aunque no lo recuerde. Ambos autores sentían una pasión especial por los títulos que gozaban del estatus de clásico cuando entraron al mundo de las letras. Está consignada en los textos compilados en el tercer número de los Cuadernos Culturales de la Universidad Externado de Colombia, ‘¿Qué es un clásico’, abril de 2013. Además, lo encabeza un ensayo del padre de la crítica literaria moderna, Charles Augustin Sainte-Beuve. Lejos de una disertación enrevesada e inaccesible, las reflexiones lucen un caracter pedagógico y conciso tan elevado, como lo es el aporte que pueden representar para un lector de ocasión o de profesión. Es un repaso de títulos, autores, referentes quizá olvidados al fondo de bibliotecas, clásicos que fueron la inspiración para esos otros clásicos que más han resistido la prueba del tiempo. Y de paso, propone que cada quien dibuje su propio paisaje, con los autores que configuran los clásicos de su vida. Demuestra que hay espacio para todos. En las páginas del Cuaderno se hallan referentes de consulta, claves si le gusta leer. Ensayos clásicos sobre clásicos.