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Viaje a las librerías más bonitas del mundo

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Ubicada en pleno corazón de Buenos Aires, concretamente en la Avenida Santa Fe 1860, Ateneo Grand Splendid aún conserva sus raíces. Fachada, paredes, grabados se mantienen firmes a pesar de los años y las revoluciones . Para que el teatro Grand Splendid siguiese siendo lo que un día fue, lo esencial nunca cambió. La arquitectura permanece igual.

Con un siglo de vida a sus espaldas, no es la primera vez que el teatro argentino se reinventa. Hace décadas se convirtió en un cine y no fue hasta 2000 cuando transmutó en librería. Los balcones, los palcos, el escenario, la platea, el telón de color rojo y la mayor parte de los detalles arquitectónicos son los mismos que los del Grand Splendid, el teatro original diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengo. Mientras, Fernando Manzone ha sido el arquitecto encargado de hacer de los cines anteriores una de las librerías más bellas del mundo.

Aunque el Ateneo Grand Splendid, que guarda tanto libros escritos en español y discos de jazz o música clásica, recibe un total de 3.000 visitas al día, ésta no lidera el ranking de las librerías más espectaculares. Para The Guardian el templo literario más bella del mundo es el holandés Boekhandel Selexyz Dominicanen. Situado en la ciudad de Maastricht, el atractivo de lo que es para muchos una institución reside en el edificio. Una iglesia gótica de los Padres Dominicos que en 2006 se proclamó librería.

A lo largo de la historia, esta iglesia que estuvo cerrada al público durante mucho tiempo ha tenido distintos usos. Hasta llegó a ser un almacén de bicicletas.

El edifico lo diseñaron los arquitectos Merkx y Girod. Su proyecto, con el que dotaron a Boekhandel Selexyz Dominicanen de una nueva distribución, obtuvo en 2007 el Premio de Arquitectura Interior Lensvelt. Las estanterías con las obras se reparten a lo largo de la nave. La zona del ábside de la iglesia la preside una sala de lectura con sofás semicirculares, una mesa en forma de cruz y una cafetería adosada.

La medalla de bronce se la lleva la librería Lello e Irmão, en Oporto. Este tesoro, que se encuentra en el centro histórico de una de las ciudades con más encanto de Portugal, saltó a lo fama mundial gracias a Harry Potter. La razón: según los expertos, las escaleras mágicas de Hogwarts están inspiradas en este rincón.

Este rumor movilizó a Warner Bross. La productora rodó allí varias escenas de Harry Potter y desde aquel entonces nada volvió a ser lo mismo. Cada día, una media de 4.000 personas, empujadas por el universo de J.K Rowling, visitan Lello e Irmão. Las colas se acumulan cerca de la Torre dos Clérigos. La fama es tal, que el pasado 1° de agosto, el Ayuntamiento autorizó a los responsables a cobrar tres euros por entrar.

Fundada en 1906, la librería Lello e Irmão destaca por su fachada. Ésta presenta detalles modernistas y neogóticos. En su interior resalta el yeso pintado imitando madera, la majestuosa escalera de acceso a la planta superior y las grandes vidrieras del techo, que llevan el monograma y el lema de la librería: “Decus in Labore” (Dedicación en el trabajo).

A día de hoy, este palacio ‘mágico’ es el segundo ícono cultural de Oporto, solo superado por el puente Luis I, construido siguiendo el característico estilo de Gustave Eiffel.