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Vuitton convierte sus bolsos de cuero en escenario de un arco iris vibrante

Expansión - Madrid

Rugosa, resistente y colorida, la piel Epi, que Louis Vuitton sacó al mercado en el año 1985, se ha convertido con el paso de los años en uno de los iconos más emblemáticos de la `maison`.

De cara a esta primavera, la casa francesa celebra su éxito tiñendo los artículos de esta línea en 11 nuevos colores, que cubren todo el espectro del arco iris desde el índigo y el cian, pasando por los amarillos, fucsias, verdes y hasta el negro y blanco, y que se suman a los cuatro existentes (como negro, verde, azul y `winnepeg sable` o anaranjado).

Nuevas aplicaciones
Las tonalidades, que se han aplicado en diversos modelos de bolsos, como el Alma, la cartera Sarah o el Shoulder bag, también se han incorporado a otros accesorios de la línea Epi, como cinturones, pulseras de cuero, la trolley pegase.

Material de inspiración
Vuitton, inspirándose en un material granulado que usaba en los años 20, creó esta piel a finales de los 80 con una doble intención.

Donde, por un lado afianza la relación de la firma con el color, hasta el momento limitada a los tonos marrones, ocres y grises, y que sólo en contadas ocasiones se permitía alguna licencia con el verde o el granate. Por otro lado, confeccionar una serie de complementos de viajes más resistentes de los de piel Vaccheta. Mientras, el cuero Epi cumplía con todas las premisas.

Proceso de lujo, material de moda
Tras un detallado proceso de estampado, que logra su inconfundible relieve a rayas - muy similar al dibujo del trigo, de hecho `epi` es la palabra francesa para este cereal - se aplicaban dos capas de color y una tercera que la hace impermeable.