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Wolfe vuelve a la novela por el camino de Miami

Colprensa

Lo que ya había hecho en crónicas, Tom Wolfe viene a hacerlo en novela: hablar de Miami, esa ciudad dominada por cubanos.

Este escritor, nacido en Virginia, en 1931, regresa ahora a la novela con Bloody Miami, una historia que parte precisamente de la tesis de que Miami es la única ciudad del continente que es dominada por los cubanos llegados después del triunfo de la Revolución, dominio que alcanzaron en una generación. 

Tal hegemonía, dice él, se puede apreciar en las elecciónes políticas. Pero, agregaría uno, también en la propiedad, en los negocios, en la música... 

En esta obra no hay trucos. En los años 60, después de la aparición de la novela A sangre fría, de Truman Capote, absolutamente de no ficción, este pelotero frustrado entendió que la realidad podía ser tan intensa como la ficción, y tan apasionante. Por eso se le llama padre del Nuevo Periodismo, aunque en un mundo lleno de padres, esa paternidad es dudosa o por lo menos compartida. También se dio cuenta de que el periodismo debía seguir la senda marcada por la novela realista, al estilo John Steimbeck, en que las cosas no aparecen enriquecidas, adornadas ni perfumadas, sino tal cual son en la vida. 

En los 60 publicó la novela La hoguera de las vanidades y después de eso, decenas de títulos de periodismo literario. 

Bloody Miami nos espera, sí, ya lo sabemos, con ese lenguaje suelto, de diálogos coloquiales y llenos de modismos callejeros, asuntos característicos de este padre.