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Ximénez Spínola, el brandy más exclusivo

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Ripe

Además con el marchamo de lo políticamente incorrecto puesto que su elaboración está concebida para ser maridado con habanos fortaleza. Una historia insospechada y sorprendente se encela entre las cuatro paredes de esta bodega de casi tres siglos, después de haber estado su aguardiente -que no pensaban vender- durmiendo en soleras desde hace casi 60 años.

Servido en copa de balón de cristal fino de tallo corto y cáliz cerrado, a una temperatura entre 10 y 15 grados, este brandy se cata a caladas, porque las tres referencias de brandys permiten jugar con los tres tercios de una fumada que alarga por encima de la hora y media. 

No sólo de brandy vive Ximénez Spínola. Su peculiar idiosincrasia la convierte en una bodega extraña en todo el marco de Jerez por una cuestión de viñedo: “Somos la única bodega española que puede tener una denominación propia para sus vinos monovarietales de Pedro Ximénez, tal hemos llegado a un grado de especialización de esta uva y que en Jerez no representa ni 5% de la superficie cultivada”, detalla José Antonio Zarzana, de la saga Zarzana Spínola.

El brandy, español y de lujo, ha vuelto a ponerse en boga, aunque la producción total fue de 19,3 millones de botellas en 2014 (guarismos mejorables a tenor de los analistas). Según cifras oficiales, el brandy cuenta con una cuota de mercado en destilados de 11,5%, por detrás del reinado del whisky (24,2%), el ron (17%) y la ginebra (14,2%).