Analistas

Cifras bolivarianas

Algunas cifras de la Revolución Bolivariana constatan lo crítico de su panorama visto en perspectiva. Nada más el tema de su inflación y características macroeconómicas hace que se generen intensos debates sobre lo que será el país en lo que resta del gobierno Maduro y la primera etapa de la posterior administración.

AFP difundió recientemente las proyecciones que ofreció el Fondo Monetario Internacional (FMI) en materia inflacionaria, para este 2017. Así, de acuerdo con los presupuestos del organismo multilateral, la fallida Revolución Bolivariana tiene a Venezuela con un pronóstico de incremento del IPC de 720% para este año (menor al que había calculado en octubre pasado de 1.660%) y de 2.068% para 2018.

En términos simples, estando en Caracas, si se tuvieran que invertir $2.200 para pagar el transporte público (como ocurre con el pago de un trayecto de Transmilenio), pues tal situación pondría el costo de dicho traslado, al cerrar 2017, en $15.840. En Bolívares (Bs) resulta igual de escandaloso; pues el actual boleto amarillo para un viaje simple, que se sitúa en Bs$6, pasaría a costar Bs$43,2 si se aplica una tasa inflacionaria como la proyectada por el Fondo Monetario. 

Y si se parte del supuesto que la Revolución se mantendría hasta el final de su período (2019), generando los efectos macroeconómicos ya hoy claramente evidenciados, entonces, un caraqueño pagaría Bs$893,3 para 2018, sobre el IPC ya referido para 2017. Entonces, no habrá bolsillo que aguante tal despropósito.

Algunos precios actuales de productos básicos en las tiendas de barrio resultan absurdos. Un kilo de azúcar supera los Bs$5.000 que cuesta un litro de leche, mientras que un frasco de aceite ya ha superado los Bs$8.000; aunque resulte más barato que el kilo de carne promedio, situado en unos Bs$10.000. 

Y, de acuerdo con el último ajuste gubernamental dado al salario en enero pasado (de 50%), un trabajador que devenga el mínimo en Venezuela recibe Bs$40.638, además del bono de alimentación (ajustado también en febrero) de Bs$108.000. En suma, con esas cifras, y con una canasta básica alimentaria de Bs$544.990 (de acuerdo con Cenda y FVM), las posibilidades para las familias de bajos ingresos son mínimas.

El tema de las reservas internacionales no es mejor. En más de dos décadas nunca había estado tan bajo su nivel. Apenas si supera los US$10.000 millones (Colombia, por ejemplo, está por encima de los US$46.000) y la perspectiva se orienta hacia la reducción. A ello se agrega el hecho referido por José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, en relación con la deuda externa. Ésta ya se situó en US$193.000, una cifra sextuplicada en relación con el momento en que Hugo Chávez empezó esta historia. Y ahora no hay punto de retorno, la crisis agotó cualquier opción para Maduro.