Del dicho al hecho: la propuesta de Juan Carlos Pinzón
viernes, 9 de marzo de 2018
Con las propuestas de la mayoría de los candidatos a la Presidencia sucede lo mismo que ha pasado en nuestro país con varios gobiernos, donde una cosa es prometer en el ámbito retórico lo que deberían y eventualmente podrían hacer, tal vez basados en principios y valores compartidos y fundamentados en diagnósticos acertados; pero otra muy distinta, es tener la experiencia junto a los caminos y derroteros apropiados y coherentes sobre cómo hacerlo, que permitan cumplir lo propuesto para el desarrollo económico y social.
Algo así puede suceder con los planteamientos económicos de Juan Carlos Pinzón, cuyas propuestas son muy similares a las de otras campañas con las cuales pudiera tener afinidad ideológica, conforme las necesidades y exigencias de la Nación, sin marcar diferencia mayor en ningún tema especial, sino por el contrario convergentes conforme consensos.
El primer pilar que propone el movimiento “Ante todo Colombia” liderado por Pinzón, se relaciona con convertirnos “en el país más atractivo para la inversión de América Latina - Jugar para ganar”, dentro del cual incluye una serie de líneas de acción que justamente le dan la importancia que se merece este tema, que por demás coincide con lo formulado por todos los candidatos con diferencias de matiz, pero muy cercanas a las de quienes en particular promoverán la inversión privada, incluida la estabilidad jurídica y los incentivos del caso; además atados al requerido rigor y ganancias fiscales en eficiencia.
Llama la atención la oferta que realiza de crear 20 “zonas económicas exclusivas” para reactivar la inversión en determinadas áreas geográficas de algunos departamentos, idea que no está muy bien sustentada y debería definirse mejor para que logre catalizarse debidamente, conforme a las vocaciones productivas, pero además según la conveniencia económica estratégica y el desarrollo de nuevas ventajas comparativas, sin que a futuro cause el malestar en las otras regiones que puedan sentirse discriminadas.
Cabe resaltar que éste candidato concuerda con lo formulado por Marta Lucía Ramírez, quienes llegan al punto central del problema de la falta de participación de Colombia en las cadenas globales de valor, al mencionar en su propuesta que promoverá la identificación y resolución de obstáculos para que las grandes corporaciones multinacionales que se surten de los mercados globales, consideren a las empresas nacionales en ese proceso, lo cual merece ser complementado en consideración de la evolución industrial, para darle además mayor estrategia y asidero a su ambicioso plan de empleo, conforme las dinámicas sectoriales, los avances normativos y los resultados del tema.
Igualmente concurrente con campañas similares está su interés en fomentar el emprendimiento que impulse nuevos jugadores económicos y formula unas iniciativas a considerar para ser implementadas, junto al plan de convertir a Colombia en país innovador, jugador activo en la materia, por lo cual propone crear el Ministerio de Ciencia y Tecnología, sin embargo ésta iniciativa válida debe complementarse con otras responsabilidades a éste nuevo ministerio, de forma tal que responda debidamente a la ingente necesidad de realizar una verdadera e innovadora transformación productiva.
Finaliza recalcando la necesidad de un Estado eficiente, con ideas que pueden ordenarse mejor. En resumen es un buen programa que podría robustecer posibles aliados, una vez se defina la primera vuelta de las presidenciales.