Desarrollo productivo innovador
sábado, 8 de junio de 2019
Colombia transita senderos ambivalentes y paradójicos al interpretar la relación entre desarrollo productivo e innovación científica y tecnológica, que se manifiesta en los deficientes indicadores no solo en materia de diversificación y sofisticación, sino también en la baja apuesta del sector privado a la Investigación y Desarrollo, que conlleve con alguna certeza a innovaciones, con las consecuentes ganancias en productividad y competitividad; visible desde el sector primario en las industrias extractivas y agropecuarias, en el sector manufacturero tan olvidado del tema, hasta en las industrias de servicios que a pesar de su enorme potencial se manejan con dispersión y focos sesgados desfavorables.
Tres son los inductores de la pobre articulación de la innovación con el desarrollo productivo: primero, captura inadecuada de las rentas públicas, segundo, fallas de coordinación entre las agencias gubernamentales encargadas del tema con los sistemas que los integran en lo nacional, departamental y municipal, y tercero, fallas de apropiabilidad al desconocer patrones y dinámicas que gobiernan el comercio global, junto al rol preponderante de las Cadenas Globales de Valor y la inversión (greenfield) en nuevos sectores proclives al conocimiento.
La captura de rentas públicas es el mayor estigma en la deslegitimación de la articulación entre innovación y producción, pues los grupos con cierta capacidad de influencia llamase gremio, academia u otro, son los principales beneficiarios de los restringidos recursos públicos, donde la lógica que prima desde el Gobierno es cómo mantener contentos los poderosos al repartir parte del pastel para dejarlos tranquilos, pero sin atender intereses estratégicos de mayor importancia para el desarrollo productivo basado en innovación.
Las fallas de coordinación surgen ante la preponderancia de las capturas que imposibilitan o distraen un mejor uso de los recursos públicos, porque cada agencia está interesada en atender sus clientelas y así cree realizar bien la tarea, aunque quede a medias; lo que requiere un tratamiento para la gobernanza holístico que alinee debidamente intereses, bajo reglas de juego que premien y castiguen aciertos y fallas de la gestión pública y privada, en procura del interés general para el desarrollo productivo innovador.
La innovación científica y tecnológica es parte importante de la evolución de las sociedades y países, de ahí los gobiernos de turno deben procurar que sus aparatos productivos se adapten mejor a las condiciones imperantes, sin sesgos ni reduccionismos que malogren las múltiples oportunidades existentes en el camino hacia la sociedad del conocimiento, que al fundamentarse en el saber, hace no solo más amigable la relación entre la innovación con la producción conforme al paradigma en marcha, sino que además mejora la creación y distribución de la riqueza.