Destrucción creativa o futuro preocupante
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Con el incremento de las aplicaciones tecnológicas en el desarrollo de los mercados y el sistema financiero, también crecen las preocupaciones por la falta de empleo decente y la seguridad que se necesita para hacer transacciones online.
Suena extraño, pero todo se relaciona estrechamente, pues los jóvenes son más avezados a la hora de hacer transacciones online y son más “amigos” de las nuevas tecnologías, pero la tecnología está sacando de combate a muchos trabajadores, los más jóvenes son los más perjudicados.
En Colombia, persiste el desempleo y hay menor penetración de la banca online por desconfianza frenando la bancarización y por ende dificultades para incrementar el uso del dinero plástico y así reducir el efectivo circulante, a la hora de hacer negocios.
Es difícil creer que estas tecnologías, pensadas para ser aplicadas en su mayoría por jóvenes, pueden ser también parte del problema de empleo porque el que se clama en el mundo.
En Colombia solo el 10% de las transacciones de pago se hacen por sistema electrónico. Pero además de los costos bancarios, la aplicación del infausto impuesto bancario del 4x1.000, la inseguridad o mejor sería los riesgos en línea no ayudan al crecimiento necesario de ese restante 90% del potencial mercado local.
Por eso todavía nos parece arriesgada la apuesta de algunos economistas o gerentes de compañías quienes aseguran que más pronto que tarde desaparecería el uso de efectivo en los negocios con incremento de pagos online a través de los teléfonos celulares u otros equipos.
Pero la apuesta está basada en la confianza que se pueda ofrecer y generar entre el público, muy celoso cuando de mover su propio dinero se trata y más si ocurre por “operaciones en el aire”.
Está demás aceptar que los jóvenes son más arriesgados y con tendencia a probar la efectividad de estas nuevas tecnologías, ¡pero qué hacemos con la supresión de empleos día a día!
Hasta ahora en Colombia se mueven unos cerca de US$30 millones de dólares de pagos en línea con tarjetas débito y crédito; si los jóvenes contaran con mejores empleos y acceso a estos nuevos sistemas de pago en línea, seguro que el crecimiento será inconmensurable.
Esos desarrollos tecnológicos por otro lado, están dejando muchos interrogantes sobre a dónde se están trasladando los trabajos para las nuevas generaciones que sufren el flagelo del desempleo.
Ahora con la masificación de los teléfonos inteligentes smartphone, Android, BlackBerry o iPhone de Apple, con acceso a internet es más fácil pagar o recibir dinero en línea con tan sólo un toque, lo que acelera los negocios. Pero la falta de empleos con ingresos aceptables es la preocupación que a todos atañe.
Son muchos cambios: el uso de los billetes y monedas que ocasionan millonarios gastos al Banco de la República, al igual que el dinero plástico con sus coloridas tarjetas van de salida en los mercados y ahora pronto nadie querrá utilizarlos, lo que destruiría varios empleos.
En Medellín se lanzó un llamado de alerta en la decimoctava Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, CIMT, de la Organización de Estados Americanos, OEA, por los empleos precarios para los jóvenes.
Los expertos están alarmados porque más de 200 millones de jóvenes trabajan por menos de dos dólares al día, obligados a aceptar empleos de bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales.
En América Latina y el Caribe el desempleo juvenil promedia el 13,7%. Lo que nos lleva a la pregunta obvia: ¿para dónde vamos con tanto acelere? Se necesita un técnico que haga click contra el desempleo.