La educación financiera: parte de la RSE
jueves, 1 de mayo de 2014
Las empresas y organizaciones en general hacen parte de una sociedad y como miembros de la misma tienen igualmente unos deberes y obligaciones, éstas definen sus funciones económicas claramente, saben de sus compromisos financieros con sus accionistas o socios, con sus empleados, con el gobierno, con sus clientes y proveedores; sin embargo, las funciones y obligaciones de las empresas trascienden el campo económico; también tienen un alcance social y ambiental.
Diferentes gobiernos, organizaciones multilaterales y un número importante de empresas y organizaciones han adelantado acuerdos, programas y proyectos orientados a impactar la sociedad no sólo en lo económico sino también en lo social y ambiental; de ahí que sea común y algo normal en los últimos tiempos escuchar el término de responsabilidad social empresarial; hoy en día es claro que este concepto ha trascendido los círculos de los expertos y ha pasado al debate público, como consecuencia del papel que desempeñan y del impacto que suponen hoy por hoy las empresas en las sociedades en las que operan.
El alcance de la responsabilidad social empresarial debe ser entendido más allá del cumplimiento de las normas y leyes en general. Éstas deben ser atendidas en todo momento y dentro del marco regular de obligaciones de cualquier empresa; la Dirección debe liderar estrategias y programas que impacten a la sociedad en aspectos que mejoren su calidad de vida y sobre todo estas acciones deben considerar a los empleados de gran manera.
Una de las acciones que se debe emprender es la de la capacitación y dentro de la gestión de una empresa moderna, ésta es de primera necesidad para la adaptación de su personal a los constantes requerimientos de mercados competitivos, que exigen mayor velocidad de respuesta y mayores estándares de calidad de los servicios y productos; es esto entonces fundamental para sostener la empresa como un oferente competitivo en cualquier sector de la economía. Pero en el marco de lo que se entiende por una política de responsabilidad social en las empresas, la capacitación debe integrar, además de los cálculos técnicos, de productividad y de rentabilidad financiera, criterios de desarrollo humano y vocacional de su personal.
En este aspecto se resalta la importancia de ofrecer programas de capacitación de gran impacto en la calidad de vida de los empleados, sin abandonar los programas de cualificación orientados a la calidad técnica y empresarial de los mismos.
La educación financiera sería entonces un excelente programa que cumpliría con este propósito de formación con desarrollo humano, con orientación a la mejora de calidad de vida de los empleados y con alcance más allá del mismo empleado ya que se impacta su hogar y su comunidad cercana.
La educación financiera es un instrumento muy útil para impulsar una mejor administración de los recursos a nivel personal y en los hogares, y cualquier aporte que se haga en este aspecto tiene gran impacto en la sociedad. Las finanzas tienen gran importancia, muchas de nuestras decisiones, que tomamos con frecuencia, necesitan de conocimientos básicos financieros que nos permitan tener seguridad en dichas decisiones y además que nos conlleven a una sostenibilidad y crecimiento financiero a nivel personal y familiar.
Así entonces se hace una invitación puntual a los directivos de las empresas para que se incluya la educación financiera de los empleados dentro de las actividades de la responsabilidad social empresarial.