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Libro de papel vs. libro digital… ¿cuál es la rivalidad?

Desde sus inicios, la imprenta ha jugado un papel decisivo en los cambios sociales y culturales de la humanidad, a tal punto que ha logrado impulsar de manera significativa el desarrollo de los distintos medios de comunicación, hasta la revolución informática y las telecomunicaciones, elementos fundamentales hoy en día para el proceso globalizador. 

La escritura y su mecanización puso al alcance de los seres humanos todas las ciencias a través de la palabra impresa durante más de cinco siglos. No obstante, el auge que viene adquiriendo el e-Book o libro-electrónico en los últimos años, está generando un profundo cambio en la estructura de la industria, marcando un nuevo horizonte para las editoriales, especialmente para las pequeñas, porque consiguen estar en las librerías virtuales con un mínimo de inversión. 
Las ventajas son evidentes: no hay costos por concepto de impresión, planchas, papel, terminados, etc., los libros virtuales son entre un 60% y 70% más baratos, a lo cual hay que sumarle la distribución que además de gratuita es instantánea.
Cuando un sector se ve “amenazado” se hace indispensable buscar nuevos atributos de valor agregado que retengan y/o cautiven la clientela. Amazon por ejemplo, dispone de tecnologías de impresión digital que permiten imprimir los libros a medida que se compran, ahorrando costos de producción y gestión de inventarios de libros que no tienen mucha salida.
Además, existe la opción de “tiradas cortas”, con las que cualquier autor puede ahora escribir y editar un libro a un precio razonable para distribuirlo entre amigos y familiares. Es evidente que las tabletas digitales y los e-Books son una tendencia creciente, pero la nueva tecnología de impresión digital abre otras posibilidades a través de la innovación y la creatividad de los editores e impresores.
Todas las industrias siguen ciclos que se resumen en: estandarización, irrupción y transformación. En las artes gráficas, no hay duda de que la irrupción de la tecnología digital, tanto en la edición como en la reproducción, está propiciando un ciclo de fuerte transformación. 
Augusto Di Marco, director de Área Sur de Prisa Ediciones, sostiene: “Para nuestra editorial el balance es muy positivo porque pudimos convertir casi todo nuestro catálogo a formato digital. Y además, todas las novedades se lanzan ya en ambos formatos (papel y digital) en forma simultánea. Entonces, 2012 fue el año en el que profundizamos nuestra inserción digital, posicionándonos de manera inmejorable en el mercado del libro electrónico”.
Un ejemplo clásico que ha seguido este ciclo tecnológico es la fotografía, un mercado maduro liderado por Kodak, que se vio completamente transformado por la irrupción de la fotografía digital, propiciando el cambio del carrete al dispositivo electrónico en soportes diferentes a la cámara tradicional. 
¿Cómo afecta la incorporación de nuevas tecnologías digitales a la industria de la impresión, más concretamente a la industria editorial? ¿Cuál es el futuro de la artes gráficas? ¿Cómo puede adaptarse la industria a las nuevas tecnologías? Son algunas inquietudes de los profesionales del sector ante los retos del mercado actual.
Formar parte de la nueva generación de editores y de trabajadores editoriales, hoy en día exige avivar las competencias, no sólo tecnológicas, sino también las políticas de precios y comercialización, adaptándose a los requerimientos que exigen los lectores que habitan este “nuevo mundo”. 
Hay quienes sostienen que “el predominio del libro-electrónico podría convertirse en la mayor expansión democrática que ha experimentado la cultura desde la invención de la imprenta,” afirmando que “el cambio es drástico, inmediato e irreversible”. 
A pesar de ello, expertos del sector apuntan a que el crecimiento del libro digital seguirá en constante aumento, sin que esto suponga la desaparición total del libro en formato físico, por consiguiente, la rivalidad entre los dos no la vemos de momento. 
Aunque no hay duda de que el e-Book ofrece ciertas ventajas, como el precio, la sostenibilidad del medio ambiente y la comodidad que brinda el hecho de llevar muchos de ellos en un bolsillo o la cartera de las mujeres, un libro de papel siempre tendrá el “hechizo” del que carecen los digitales.