¿Qué pasa si Chávez pierde?
jueves, 4 de octubre de 2012
Este domingo los venezolanos irán a las urnas para elegir al presidente, y por primera vez desde 1998, el resultado no es una conclusión inevitable. Las probabilidades siguen estando a favor de Hugo Chávez, quien cuenta con importantes recursos fiscales, el control de los medios de comunicación estatales y una base del partido leal y organizada. Sin embargo, el aspirante Henrique Capriles, quien ha unido a la oposición y ha hecho una campaña estelar, se encuentra a la par de Chávez de acuerdo con algunos sondeos.
Así que vamos a asumir que Capriles nos da la sorpresa y derrota a Chávez, ¿qué pasa después?
“Si Chávez pierde, hay que estar muy agradecidos, pero los desafíos van a ser enormes”, dice Alberto Bernal, jefe de investigación de Bulltick Capital (y columnista de La Republica).
Capriles enfrentará cinco retos fundamentales que harán difícil su gobierno.
En primer lugar, se enfrentará a un público polarizado y una potencial violencia resultante. El propio Chávez ha advertido que una guerra civil podría estallar si pierde. El fin de semana pasado dos partidarios de Capriles recibieron disparos en una manifestación en contra de la campaña de oposición. En caso de derrota, varios grupos de milicianos armados que apoyan a Chávez podrían salir a las calles (sobre todo si los resultados son cercanos o están en disputa). Esto sería difícil de controlar.
La violencia no política también será un problema. En los últimos años Venezuela se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo. Capriles tendrá que encontrar una manera de mantener la ley y el orden sin dividir aún más a la población.
En segundo lugar, Capriles tendrá que hacer frente a una oposición fuerte que hará todo lo posible para limitar su capacidad para gobernar. El Congreso de Venezuela, la Corte Suprema y la muy importante PDVSA se mantendrán bajo el control de los chavistas, quienes seguramente no desearán trabajar con una administración Capriles.
El tercer desafío será encontrar una manera de revitalizar el sector privado venezolano, que ha sido devastado por nacionalizaciones y el creciente control estatal de la economía.
“El ochenta por ciento de las empresas privadas que generaban empleo [cuando Chávez asumió el poder] han desaparecido”, dice Bernal.
El cuarto gran dilema será qué hacer con la moneda venezolana. El bolívar fuerte no es muy fuerte. El gobierno de Capriles tendrá que encontrar la manera de arreglar la sobrevaluación de la moneda sin causar demasiados disturbios públicos.
Bernal considera que Capriles tendrá que devaluar la moneda. “Él tendrá que pasar por un poco de dolor y tomar algunas decisiones difíciles. Esto generará problemas para él en términos de gobernabilidad”.
La devaluación significaría un aumento en el costo de las importaciones de las que dependen muchos venezolanos. En el largo plazo un bolívar más débil y más flexible ayudará a impulsar la industria venezolana y a reducir la dependencia de la economía en las exportaciones de petróleo, pero esto no va a suceder de la noche a la mañana.
Esto nos lleva al quinto y tal vez mayor potencial desafío para Capriles. Él tendrá que cumplir con las expectativas bastante altas de millones de venezolanos que esperan un cambio inmediato.
“Va a tomar muchos años. El daño que se ha hecho es simplemente demasiado significativo “, dice Bernal.
Si un presidente Capriles toma algunas de las decisiones difíciles que se avecinan, las cosas tenderán a empeorar antes de mejorar. Capriles se ha comprometido en mantener muchos de los populares pero costosos programas sociales de Chávez, mientras que también invertirá fuertemente en proyectos de infraestructura. Los altos precios del petróleo proporcionarán ingresos significativos, pero hay una falta de claridad acerca de la actual situación financiera del gobierno.
“Uno de los grandes retos de la transición sería determinar el estado real de las finanzas públicas, incluyendo los no auditados fondos extrapresupuestarios controlados por la rama ejecutiva”, escribe Federico Barriga de la Unidad de Inteligencia de The Economist.
Un presidente Capriles se vería seriamente limitado en lo que puede hacer. Pero como candidato, Capriles tambien ha estado limitado. Si es capaz de hacer un milagro y derrotar a Chávez, quizás nos sorprenda en cómo maneja los retos de ser presidente.