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Sobre los tipos de cambio

Teóricamente los países pueden hacer que sus monedas se intercambien libremente en el mercado de divisas y que este defina el valor del intercambio entre monedas, lo que es conocido como tipo de cambio flexible. Pero uno que otro país opta por establecer un intercambio fijo entre su moneda y cualquier otra, que generalmente es el dólar y se conoce como tipo de cambio fijo.

Un banco central  para mantener un tipo de cambio fijo contra el dólar, por ejemplo, debe estar activo en la venta o compra de dólares, lo que significa contracciones o expansiones monetarias.
Uno de los motivos para que los países tengan tipo de cambio flexible, como Colombia, es que sus bancos centrales (en teoría) sean independientes en cuanto a decisiones de política monetaria se trata. Por el contrario, los países con tipo de cambio fijo someten sus políticas monetarias a las cambiarias, pero ¿no ocurrirá lo mismo con los de tipo de cambio flexible?
Dentro de los países que han optado por mantener artificialmente un tipo de cambio fijo se encuentran Venezuela en la actualidad, además de China y Argentina en el pasado. Venezuela había mantenido la tasa de cambio en 4,3 bolívares por dólar durante un buen tiempo, pero la alta inflación, la falta de competitividad de sus productos y el bajo ingreso en bolívares de sus exportaciones de petróleo, llevaron a devaluar el bolívar a una tasa de cambio (fija) de 6,3 por dólar. Esto mejora temporalmente la competitividad de sus productos, pero a la larga genera más inflación y nuevamente pérdida de competitividad. Por lo que Venezuela deberá de tiempo en tiempo estar devaluando el bolívar por los motivos antes mencionados. Esto no es bueno para los comerciantes colombianos cercanos a la frontera.
El caso de Argentina es diferente, en 1991 estableció la paridad cambiaria con el dólar para controlar la elevada inflación que, aunque fue controlada, llevo a la crisis financiera de 2001. Más tarde Argentina abandona la paridad cambiaria, pero sus reservas internacionales ya estaban socavadas, lo que lleva al default de deuda soberana en diciembre de 2001. Venezuela ha tenido los mismos riegos de un posible default de su deuda.
Por el lado de China la cuestión es diferente, la competitividad de sus productos depende de que el yuan este devaluado artificialmente para que sus productos de baja calidad sean baratos. Esto no le durará mucho tiempo, la mano de obra interna está aumentando, el freno de la economía mundial está disminuyendo sus exportaciones y sus socios comerciales la están obligando a competir limpiamente, al hacerla que mantenga un tipo de cambio flexible. Pero, mientras tanto, gran parte del excedente de dólares de las exportaciones está siendo invertido en bonos de deuda en Estados Unidos. China vende sus productos baratos en Estados Unidos y a la vez financia su déficit fiscal.
Pero, el hecho de que muchos países tengan tipo de cambio flexible no garantiza que las políticas monetarias sean independientes de las cambiarias. Las enormes expansiones monetarias en Estados Unidos, la Unión Europea y Japón fortalecen las monedas de muchos de los países con los cuales son socios comerciales, como Colombia por ejemplo. La forma como los países controlan la revaluación de sus monedas frente al dólar es haciendo compras pequeñas periódicas de la divisa, o masivas de vez en cuando. 
La compra de dólares significa expansiones monetarias que hacen que los bancos centrales no sean autónomos en decisiones de política monetaria, entonces su independencia es solo en papeles. Además el costo de esterilizar las expansiones es costoso en términos fiscales para un país. Como está pasando en Colombia.