2020: el año de las inversiones sostenibles
martes, 21 de enero de 2020
No solo la agenda de Davos está marcada por lo ambiental, sino la ruta para 2020 de líderes empresariales como el fondo de inversión BlackRock y la emblemática MicroSoft
Editorial
Si se preguntara cuál es el tema dorsal del Foro Económico Mundial que se discute por estos días en Davos, la respuesta no sería distinta al ambiental, que ha comenzado un 2020 como epicentro en las hojas de rutas de varias corporaciones emblemáticas.
Es el caso de BlackRock, la mayor gestora de fondos de inversión que cuenta con más de US$7 billones de activos bajo gestión, que ha decidido reorientar todos sus productos hacia inversiones más sostenibles. La decisión no es menor, pues por ejemplo, vetará entre sus inversiones a todo lo que tenga que ver con mineras especialmente carboníferas.
La segunda empresa, no menos importante, es Microsoft, que anunció su meta de alcanzar los objetivos de neutralidad de CO2 -tal como se incluyen en la mayoría de los planes de las grandes multinacionales- antes de 2050. El presidente ejecutivo, Satya Nadella, ha dicho que su compañía tendrá “carbono negativo” para 2030, por tanto, eliminará más carbono del medio ambiente del que emite.
Por su parte, Amazon, también había hecho un anuncio similar de ser “neutral en carbono” para 2040. A la luz de los comentarios de todos y cada uno de los CEO de estas empresas y algunas otras, cuando se trata de una posición sobre el carbono, la neutralidad no es suficiente, pues el elemento considerado tóxico ha creado una capa de gas que atrapa el calor y está cambiando el clima mundial con graves perjuicios para la naturaleza y las dinámicas de las grandes ciudades del mundo.
Todas las grandes empresas del mundo han comenzado 2020 desarrollando ambiciosas tecnologías de lucha contra el CO2 de manera frontal, creando o albergando negocios que potencien estas tendencias, que seguramente marcarán la hoja de ruta en todos los foros globales y será uno de los pilares de los informes de resultados y perspectivas de las empresas para el próximo lustro.
Hay un punto importante al emprender ese camino y es saber cuáles son las diferencias entre carbono neutral y carbono negativo. Una empresa es neutral en carbono, cuando su objetivo es no emitir CO2 de manera efectiva, pero compensa sus acciones equilibrar sus emisiones, es decir, elimina una tonelada de carbono de la atmósfera por cada tonelada que ha producido. Esto se hace, por ejemplo, cambiando el consumo o la generación a fuentes de energía renovables. Casi todas las empresas están compensando sus emisiones para lograr la neutralidad.
La otra fase es ser carbono negativo, en la cual una empresa debe eliminar más carbono de la atmósfera de lo que emite y planea lograrlo financiando proyectos en economías en desarrollo para reducir las emisiones de carbono en lugares que nunca tendrán los recursos ni serán sensibles para hacerlo.
Esto se logra con la construcción de centrales hidroeléctricas sanas y ayudando a que las familias no usen más leña para cocinar o desarrollando la energía solar. La diferencia real entre neutro y negativo es cuándo y cómo se disminuyen las emisiones de carbono en lugar de revertirlas.
Muchas empresas están invirtiendo en proyectos que reducen las emisiones en otras partes del mundo (como la Amazonía) y eso es una oportunidad inmensa que tiene Colombia si logra hacer un marketing ambiental y atraer las inversiones verdes de las compañías que quieren ser carbono negativo.