A Maduro hay que apretarle el cerco financiero
jueves, 7 de marzo de 2019
El cerco diplomático a la Venezuela de Maduro ha culminado su fase, ahora hay que pasar al cerco financiero
Editorial
Las apuestas por la fecha de la salida de Nicolás Maduro de su administración de facto en Venezuela cayeron a la baja desde hace un par de semanas cuando aires de incredulidad empezaron a soplar en la región, luego de la gran arremetida y del cerco diplomático liderado por Iván Duque y otros gobiernos aliados a la causa de solucionar, de una vez por todas, la crisis que desangra al vecino país. Está claro que los militares y políticos del régimen venezolano que han tomado el Palacio de Miraflores no saldrán con facilidad de un poder manejado por dos décadas y al cual se aferran a pesar de las exigencias de otros gobiernos de una salida por las buenas. Así las cosas, hay que pasar a la segunda fase de esta operación libre de intervenciones militares externas en suelo venezolano; segunda fase que debe estar marcada por el conteo regresivo a la cesación de pagos del gobierno venezolano, que es un mal menor, si se considera que con esta acción económica se ahogarán las finanzas de los socialistas que empobrecieron esa economía que hoy decrece y cabalga en hiperinflaciones de más de 300% diarias. Por ello, son bienvenidas las palabras del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, quien advirtió a los bancos extranjeros y otras instituciones que enfrentarán sanciones de EE.UU. por transacciones “ilegítimas” que beneficien al régimen de Maduro y su entorno social. En pocas palabras, esa era la acción que se necesitaba para estrechar el cerco financiero: “Estados Unidos está avisando a instituciones financieras extranjeras que enfrentarán sanciones por participar en la facilitación de transacciones ilegítimas que beneficien a Nicolás Maduro y su red corrupta”. La gran batalla financiera apenas se empieza a librar en territorio estadounidense, que es de donde se derivan los mayores ingresos por petróleo del vecino país y que cuenta desde hace un mes con una nueva situación económica, pues ya no controla las decisiones en Citgo, la gran refinería estatal que ha sido intervenida por la administración de Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos. Esta etapa para Maduro y sus secuaces es totalmente nueva, aunque el año pasado había experimentado una crisis similar a la que enfrentarán por estos días cuando Pdvsa tuvo que enfrentar la decisión de una corte de Delaware, que dictaminó que la empresa canadiense Crystallex tomaría el control de Citgo; en dicho fallo, el juez encargado del caso reconoció a Pdvsa como una “entidad no separada” del Estado venezolano, factor que posibilitó a Crystallex para cobrar con activos de la petrolera una indemnización de US$1.400 millones que Venezuela le debe por una nacionalización en 2008.
A la pérdida del control de sus ingresos petroleros, los socialistas venezolanos deben sumar su preocupación por honrar los compromisos con China el año pasado cuando recibió un préstamo por US$250 millones del Banco de Desarrollo de China con el propósito de invertir en el aumento de la producción petrolera y que no ha podido pagar. Además China no va a abrir otro frente de batalla con Estados Unidos, con quien libra una guerra arancelaria. En conclusión, el cerco financiero será la siguiente fase que tendrá que enfrentar Maduro con el desgaste internacional que le ha representado el cerco diplomático. El cambio de gobierno es un hecho, basta esperar y ser pacientes.