Editorial

Buen nombre de Ecopetrol se debe blindar

<p>La empresa mixta es la insignia de la economía, por lo cual deben activarse los protocolos corporativos de reputación.</p>

En dos escenarios trascendentales, la empresa más importante de Colombia y una de las más grandes del mundo a los ojos de la revista Fortune, las cosas no comienzan bien en este 2014. El primero, tiene que ver con la baja cotización que está alcanzando el precio de la acción de Ecopetrol durante las primeras jornadas de transacciones en el mercado secundario, y el segunda, los escándalos de sobornos en que se ha vista envuelta por acciones impropias de pocos funcionarios de alto nivel de la estatal mixta. Estas son situaciones que deben corregirse cuanto antes, pues Ecopetrol es una compañía con la que no se puede jugar ni experimentar y menos exponerla a un debilitamiento.

La estatal mixta no solo es importante para las arcas nacionales al aportar cuantiosos recursos al presupuesto, sino porque de su desempeño comercial sale una buena parte de compras de bienes y servicios en las regiones petroleras. Son muchos los municipios que viven de la economía en donde la multilatina colombiana es símbolo e institución. Pero lo que realmente pesa es que más de medio millón de personas naturales y jurídicas tienen inversiones en acciones de Ecopetrol y cada cosa que suceda con esa compañía afecta sus cuentas.

La actual dirigencia nacional del sector energético conoce el tema y se espera que tome las decisiones adecuadas en el redireccionamiento en el corto plazo. Amilkar Acosta, antes de ser ministro de Minas, era miembro de la junta directiva por lo tanto está preparado para ponderar la situación. La salida del veterano líder político y gremial de la junta, Fabio Echeverri, también se convierte en una oportunidad de oro para que la alta gerencia de la empresa en cabeza de Javier Genaro Gutiérrez Pemberthy, refuerce los cuadros con figuras más frescas y que conozcan el sector. Por todo esto, es el momento oportuno al comienzo de este año para blindar el buen nombre de Ecopetrol, haciendo las movidas necesarias y sobre todo activar los protocolos de reputación antes de que se empiece a manosear la gestión y marca de la multilatina colombiana por antonomasia.

Ecopetrol debe estar alejada de todos los intereses políticos de este año electoral. Se vienen no solo tres meses marcados por las elecciones al Congreso de la República, sino las votaciones presidenciales en mayo próximo, y la estatal mixta representa la chequera central de la administración. Es por esto que, la inminente asamblea general de socios y accionistas a realizarse el primer trimestre debe pensar más en el papel que juega la compañía para todo el país económico, más que dejarse impregnar del tufillo político de este tiempo. El éxito hasta ahora de la empresa es la independencia en sus acciones.