Editorial

Cada vez nacen menos niños, y eso es problema

Gráfico LR

Las personas que aún hablan del problema de la sobrepoblación mundial no han refrescado sus conocimientos y que hayan países sin tasa de remplazo no tienen espacio en el futuro

Editorial

Hay una hipótesis -bastante creíble- que defienden los demografistas que plantea que el número de habitantes superará los 9.000 millones en los próximos 25 años, es decir, hacia 2050, y a los pocos años alcanzar el máximo histórico de unos 10.800 millones hacia 2080, y que las cosas empezarán a cambiar y los humanos irán cayendo en términos de nacimientos.

El cuarto milenio, 2100, estará marcado por una baja tasa de seres humanos. La hipótesis está sustentada en prospectiva estadística que derrumba el viejo temor de la “superpoblación del planeta”. El último informe publicado por Naciones Unidas, dice que el número de personas está creciendo a su ritmo anual más lento desde 1950, por debajo de 1% desde 2020.

“Las últimas proyecciones sugieren que en 2030 podríamos llegar a los 8.500 millones de habitantes, mientras que en 2050 alcanzaremos los 9.700. Pero el pico de población mundial está lejos de los 11.000 millones previstos hasta la fecha. Las últimas estimaciones plantean que alcanzaremos un máximo de unos 10.400 millones de personas durante la década de 2080 y que permanecerá en ese nivel hasta 2100, cuando se producirá un crecimiento cero de población ”.

Ese puede ser el marco teórico de una nueva preocupación: “cada vez nacen menos niños y eso es un gran problema”. Los únicos países que registran tasas de nacimientos desbordados son Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania.

Recientes informes de publicaciones pioneras en los aspectos demográficos, como National Geographic dicen que “en la mayoría de los países del África subsahariana, así como en partes de Asia y América Latina y el Caribe, la proporción de la población en edad de trabajar (entre 25 y 64 años) ha ido en aumento gracias a las recientes reducciones de las tasas de fecundidad, lo que se traduce en un menor número de población más joven. Este cambio en la distribución por edad brinda una oportunidad, limitada en el tiempo, para lograr un crecimiento económico per cápita acelerado que se conoce como dividendo demográfico”.

En lo que respecta a Colombia, las cosas están dentro del orden de la Ocde en donde es ya una preocupación la tasa de remplazo. El promedio de nacimientos por mujer, “en la actualidad hasta dos terceras partes de la población mundial vive en un área o en un país donde esta tasa es inferior a los 2,1, lo que hace prever un crecimiento nulo a largo plazo en poblaciones con tasas de mortalidad baja. Se proyecta que la población de 61 países disminuya 1% o más entre 2022 y 2050 debido a sus niveles persistentemente bajos de fecundidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración”.

El Dane muestra una caída de 15,2% en los nacimientos, siendo el peor registro de la década, la cifra más baja desde que se lleva la contabilidad. En los primeros siete meses del año se han registrado 255.055 nacidos vivos, que representan 45.819 natalicios menos, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

La tendencia a la baja se ha pronunciado desde la pandemia, si se toma en cuenta el registro de 2019, que hasta julio tenían 367.461, la caída ha sido de 30,5%. Mucho de la nueva ola migratoria liderada por los jóvenes tiene que ver con las grandes oportunidades que ofrecen los países que se están envejeciendo más rápido.

Un problema inédito para Colombia que pronto experimentará escasez de jóvenes para laborar.

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