Editorial

Corte de cuentas del Gobierno con su sucesor

En el Marco Fiscal de Mediano Plazo están las cuentas que el Gobierno saliente entregará a su sucesor, todo pinta mejor de lo esperado, ahora solo falta un buen equipo de empalme

Editorial

El sistema de sucesión presidencial en Colombia tiene un ADN de destrucción que no le da continuidad a las cosas bien hechas, casi siempre quien recibe la Casa de Nariño habla de que le “dejaron la olla raspada”, en alusión a que todo lo que hizo el gobierno saliente fue malo, y no siempre ha sido así. Por ejemplo, muchas de las obras que el presidente Iván Duque está entregando en infraestructura fueron ideadas durante la administración de Juan Manuel Santos, y bien sea Rodolfo Hernández o Gustavo Petro, deberían continuar con programas fundamentales que no se pueden parar o frenar por el simple hecho de que fueron avanzadas por el gobierno anterior, tal como lo ha dictado la historia política local.

Si se revisan los empalmes y la continuidad presidencial del siglo XXI, la mayoría conservan ese gen de borrar todo lo anterior. Samper versus Gaviria con la apertura e internacionalización de la economía; Pastrana hizo lo propio con las políticas sociales de Samper, quien se inventó el Sisben. Uribe no solo mejoró la política de seguridad de su antecesor, sino que transformó el país en materia de seguridad, lo que lo llevó a releelegirse y le entregó en bandeja el primer mandato a Santos, quien continuó las políticas públicas en materia económica, pero rompió cobijas en materia de paz y seguridad, programas que lo reeligieron. Duque cargará en la historia el signo de la pandemia, suceso que le quitó medio gobierno, no obstante, le entregará a su sucesor un Marco Fiscal de Mediano Plazo en condiciones que debe ser la hoja de ruta económica para no dejar que la producción de bienes y servicios caiga y se crezca en torno a 7%, tal como lo han ratificado las entidades internacionales y la banca multilateral.

Con ese camino trazado, las firmas calificadoras de riesgo están casi obligadas, al final del año próximo, a devolverle el grado de inversión al país, perdido por no ejecutar las reformas estructurales propuestas para reducir el déficit fiscal que agobia al Gobierno. El Ministerio de Hacienda puede presentar avances en materia fiscal y una notable mejoría en las cuentas nacionales, fruto de los buenos precios del petróleo que acarician una auténtica bonanza como consecuencia de la guerra en Ucrania.

El Marco Fiscal actualizó los precios del petróleo con base en la coyuntura y espera vender crudo a US$100 y a US$94 en 2023; cabe recordar que con barril a US$35, el país no pierde dinero y que lograr ventas casi tres veces por encima de ese costo se convierte en una situación realmente buena. Dicha situación obliga a que durante el segundo semestre de este año se realicen ajustes graduales en los precios de los combustibles hasta cerrar en agosto de 2023 el diferencial en precios internacionales. El gran problema es que la estabilización del Fondo que subsidia la gasolina puede acarrear mayor inflación, que se espera que este año sea 8,5% y a cierre de 2023 llegue a 5,6%, con lo que aún se mantendría por fuera del rango meta del Banco de la República. El Gobierno Nacional entrega la casa en orden, tal como lo ha dicho el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, solo se espera mucha grandeza al gobernar, respeto por los avances en macroeconomía y continuidad con las cosas buenas; no hay que destruir para mostrar resultados, lo importante está en reconocer las cosas buenas.

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