Editorial

Creer en los pronósticos de The Economist

Las cosas se ven mejor desde afuera. La influyente revista inglesa mira que Colombia puede crecer sostenidamente al 4,5%

Las cosas se ven mejor desde afuera. La influyente revista inglesa mira que Colombia puede crecer sostenidamente al 4,5%
Hace unos cinco años estuvo de moda entre los colombianos el libro El Secreto, un best seller publicado en 2006 y escrito por Rhonda Byrne basado en los trabajos académicos y científicos de William Walker Atkinson. La tesis del texto es simple: hay que enfocarse en cosas positivas para esperar los resultados deseados. Obviamente, los críticos atacan y plantean que el pensamiento positivo por sí solo no es capaz de influir la vida real.
El pasado sábado publicamos el informe sobre la economía colombiana hasta 2017 de The Economist Intelligence Unit, la nueva compañía de calificación de riesgo de la influyente y prestigiosa revista inglesa, que concluye que las condiciones están dadas para que nuestra economía sostenga un crecimiento de 4,5%.
La unidad de inteligencia económica basa sus pronósticos en puntos precisos como el manejo monetario y de poder adquisitivo que ha realizado la Junta Directiva del Banco de la República durante los últimos años. También habla de la alta posibilidad de que la actual administración nacional mantenga las políticas públicas hasta 2018. El panorama se cuña cuando los analistas ven en los tratados de libre comercio una buena alternativa para exportar y hacer más competitiva la economía doméstica.
Pero el verdadero punto de quiebre es el proceso de paz que empieza a tomar forma contraviento y marea. El mundo es optimista sobre los diálogos de paz que se vienen desarrollando en La Habana y que ya han evacuado el espinoso capítulo agrario, piedra fundamental del conflicto armado por décadas. Si Colombia logra empezar un proceso de pacificación e inversión social en los próximos dos años, lo primero que sucederá es que las calificadoras de riesgo mantendrán -o mejorarán incluso- la nota, trayendo más inversión externa que reviva la industria de cara a los tratados de libre comercio con más de una docena de países.
Pensar en positivo puede sugestionar a la sociedad o ser un simple placebo político en lugar de enfocarse en los problemas reales y sus soluciones. Pero es un mejor camino que seguir sumidos en el pesimismo de las últimas décadas que han mantenido el país político, económico y social en un torbellino de malas decisiones.
El optimismo se contagia y debe estar acompañado de procedimientos y acciones en pos de los objetivos. Cuando se pregunta por qué Perú y Chile han encontrado el fórmula de un crecimiento sostenido, la respuesta no es otra que haber logrado un pacto social por el crecimiento económico, la apuesta por un modelo de negocio que funciona y un compromiso de todos los actores por responder a ese pacto a pesar de las diferencias ideológicas.