Editorial

¿Cuál es el balance de la semana de receso?

Desde 2007 la segunda semana de octubre se convirtió en una “semi-semana santa” en la que el país con hijos estudiantes se va de vacaciones

Editorial

Colombia no solo está presente en los primeros lugares en todos los listados de los países más felices, sino que ocupa las mismas posiciones entre los países con más días festivos, 18 en este año, sin contar con los feriados tradicionales. Seguramente, las dos situaciones están conectadas y cuando más festivos más felices.

Hace 34 años, el 6 de diciembre de 1983, se sancionó la Ley 51 de 1983 mediante la cual se trasladó el descanso remunerado de algunos días festivos, una norma conocida como la “ley Emiliani” que daba inicio a los esperados lunes festivos. Dice la norma que “todos los trabajadores, tanto del sector público como del sector privado, tienen derecho al descanso remunerado en los siguientes días de fiesta de carácter civil o religioso: 1 de enero, 6 de enero, 19 de marzo, 1 de mayo, 29 de junio, 20 de julio, 7 de agosto, 15 de agosto, 12 de octubre, 1 de noviembre, 11 de noviembre, 8 de diciembre y 25 de diciembre, además de los días Jueves y Viernes Santos, Ascensión del Señor, Corpus Christi y Sagrado Corazón de Jesús (...) Pero el descanso remunerado de esos días cuando no caigan en día lunes se trasladarán al lunes siguiente. Cuando las mencionadas festividades caigan en domingo el descanso remunerado igualmente se trasladará al lunes. Las prestaciones que para el trabajador origina el trabajo en los días festivos, se reconocerán en relación al día de descanso remunerado”. Y la remuneración correspondiente al descanso en los días festivos se liquidará como para el descanso dominical, pero sin que haya lugar a descuento alguno por falta al trabajo.

Ya han pasado tres largas décadas en las que se “organizaron” los festivos para no romper o partir las semanas e impedir que los puentes fueran más largos. Muy pocos se imaginan cómo eran esas jornadas durante los años que no existía la “ley Emiliani”, pues la inmensa mayoría de esas personas disfrutan de su jubilación o han fallecido.

El Ministerio de Educación en 2007 se inventó la llamada “semana de receso”, mediante el Decreto 1373, con el objetivo de que los establecimientos educativos generaran espacios pedagógicos fuera de las aulas, pero con actividades culturales, deportivas y recreativas que les permite asumir con renovadas energías el trabajo académico. Ante todo para que los estudiantes tuvieran tiempo libre y espacios de recreación en familia. Poco a poco, la “semana de receso” se convirtió en otra Semana Santa en el segundo semestre, pues un gran número de establecimientos educativos de calendario B, los que inician labores entre agosto y septiembre, tenían más de las 40 semanas de estudio establecidas en la Ley General de Educación, de tal manera que se estandarizaron las 12 semanas de receso estudiantil y las 7 semanas de vacaciones para la planta docente y directiva.

El punto ahora es mirar qué están haciendo los establecimientos educativos, de secundaria y universitarios, para aprovechar al máximo este tiempo en la formación de sus estudiantes, que poco a como -al lado de sus familias- convierten este tiempo en unas vacaciones prematuras de fin de año, en particular los colegios calendario A que arrancan el año en enero y terminan su periodo al final en noviembre. No es que la semana no se necesite para lograr metas académicas, es que se convirtió en una más de descanso y turismo.

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Semana de receso - Análisis - Consumo de los hogares