Cumbre G20, otra reunión presidencial sin sentido
martes, 6 de septiembre de 2016
<p>Uno de los compromisos fanales del G20 fue promover el desarrollo económico, una nueva reunión sin mayores logros.</p>
En la ciudad china de Hangzhou se reunieron el pasado fin de semana los 20 países del mundo más desarrollados y algunos líderes emergentes en sus regiones. La reunión revestía importancia por la actual coyuntura económica en donde las cifras de varios de los países motores de la economía global muestran claras señales de recesión, mientras que otros, en el camino de la industrialización, tienen señales de recalentamiento. Y en casi todos los países espectadores del evento -como Colombia- los síntomas son de resurrección de la inflación y un desempleo creciente, especialmente entre los jóvenes. Las expectativas eran grandes, pues es la primera gran reunión de presidentes y líderes, para mirar la agenda en el corto plazo, pero nuevamente los compromisos fueron etéreos y el seguimiento a los puntos más importantes muy gaseoso.
Por ejemplo: una de las mayores preocupaciones del mundo desarrollado tiene que ver con los brotes proteccionistas que se empiezan a observar en las políticas económicas de países europeos y de las ideas electorales en Norteamérica que ganan seguidores. No obstante, el tema no tuvo mayor análisis y pasó completamente desapercibido. No solo no se analizaron las implicaciones económicas del Brexit en el Viejo Continente, sino que no se alertó por el freno al libre comercio entre Europa, Asia y América. No hubo nada nuevo sobre medidas para reactivar la economía mundial, tal como lo esperaba la banca multilateral y varios de los empresarios asistentes al G20 de China.
Otro de los temas más esquivos es el que tiene que ver con la evasión global. Es un hecho que las grandes multinacionales de tecnologías de la información están sentando las bases para forjar transnacionales exitosas en los mercados locales al tiempo que en el no pago de impuestos. Este era un tema que se asomaba como crucial para esta reunión, pero no tuvo ni siquiera un comentario. Fue una reunión estéril en tratar los asuntos que convocan las desigualdades y los esfuerzos para evitar la evasión fiscal. Hay una constante y es que cada vez más y en mayor cantidad llegan las demandas de las naciones contra empresas de tecnologías por el no pago de impuestos, una realidad que ocupará los debates en los próximos años en este tipo de reuniones. No existe interés alguno por parte de los gobiernos de los países desarrollados para hacer que sus multinacionales paguen los impuestos justos en los populosos países en donde explotan sus servicios. El caso tributario de Google, Apple, Facebook, Microsoft y de demás transnacionales de la nueva economía, no están en los debates internacionales y esa fue una de las frustraciones de esta reunión del G20 que culminó en China. Como siempre solo queda la foto de los presidentes para los medios, no hubo avances.