Editorial

Dedicar más energía al “sueño chino”

Más que comprar artículos chinos, Colombia debe pensar en aumentar sus ventas en ese gran mercado

Antes del trascendental encuentro, por lo que representa para el mundo, entre Barack Obama y Xi Jinping, donde anunciaron el nacimiento de un nuevo modelo de relaciones que evite conflictos y rivalidades, el mandatario oriental estuvo en México, en donde fue recibido con todos los honores. Sin duda que el acercamiento chino con uno de los integrantes  de la Alianza del Pacífico es de gran importancia para Colombia, para los demás miembros de la Alianza y en general para Latinoamérica, en el entendido que buena parte del crecimiento económico mundial y regional de los próximos años está ligado a lo que pase con la que hoy es ya la segunda economía del mundo.
En su intervención ante el Congreso de México, Xi Jinping envió un mensaje que debe ser tenido en cuenta: “En los próximos cinco años, China va a importar productos valorados en más de US$10 billones, va a realizar una inversión internacional de más de US$500.000 millones y más de 400 millones de chinos van a viajar. Así que el desarrollo de China va a ser una buena noticia para el resto del mundo”. La importancia de la coyuntura que vive la economía china fue luego analizada por Obama, dado que esta es una preocupación global, pues un crecimiento del PIB de 7,7% en el primer trimestre del año es considerado pobre, pese a que irónicamente sería un gran dinamismo para cualquier economía. 
El temor radica en que los efectos de una desaceleración se propagarían por el todo el mundo, afectando con especial severidad a los productores de alimentos y de materias primas, bases de buena parte de las economías latinoamericanas. Los dos mandatarios estuvieron de acuerdo en que el Pacífico que se interpone entre China y el continente es lo suficientemente grande y extenso para albergar a todos los países interesados. En ese orden, todo parece indicar que será realidad la promesa de la apertura china y de profundizar las reformas económicas. 
De acuerdo con este rumbo expuesto al mundo por el nuevo gobierno chino, parece claro que los mayores esfuerzos y energía del gobierno colombiano deben estar enfocados en ese sentido, buscando oportunidades para ganar espacio y competitividad hacia ese gran mercado, y también mostrar que Colombia es un destino atractivo para las inversiones chinas. 
Esto no se logra con acciones y anuncios publicitarios puntuales, sino que es el resultado de una estrategia que solo tendrá frutos en el largo plazo, pero cuyo ambiente hay que motivarlo lo más pronto posible, por encima incluso de estar en el proceso desgastador de firmar tratados comerciales a diestra y siniestra, cuando lo lógica sería maximizar los negociados hasta el momento, comenzando por Estados Unidos y la Unión Europea, lo suficientemente grandes y “rentables” para el país.