Desinformación, un tema casi pandémico
martes, 16 de enero de 2024
En el Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, la desinformación como un asunto de máximo cuidado ocupa el primer lugar en los análisis de presidentes y líderes mundiales
Editorial
Se define pandemia como una epidemia de una enfermedad infecciosa que se ha propagado en una amplia área geográfica, en varios países, en continentes o en todo el mundo y ha afectado a un gran número de personas.
Eso fue lo que pasó con el coronavirus en diciembre de 2019, pero ese es otro cuento. Por estos días se reúnen casi 2.000 gobernantes, empresarios y otros líderes mundiales en Davos, Suiza, en el tradicional Foro Económico Mundial, un espacio privilegiado de discusión, prospectiva y análisis en donde se piensa sobre el desarrollo global.
El evento es célebre desde finales de los años 80, pero se realiza desde 1979 y ha impactado notablemente los liderazgos mundiales; uno de sus principales promotores fue Bill Gates y ha aportado al debate mundial temas muy novedosos, tales como el calentamiento, la sostenibilidad, la equidad de género y puso en el tablero la llamada cuarta revolución industrial.
Llama la atención este año que la discusión, además de la sostenibilidad y el calentamiento que siempre están presentes, empiece a incluir la desinformación como asunto de gran preocupación, justo en un año en el que unos 70 países, en todos los continentes, celebrarán elecciones o escogerán a sus primeros ministros, presidentes o jefes de gobierno, es decir, el grueso del mundo está pensando en líderes.
Estados Unidos, Rusia, India, Reino Unido, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, además de un tercio de los países africanos, son algunas de las naciones en donde la democracia aparente se pondrá a prueba. La pandemia de la desinformación es más que una hipótesis a la que nadie le pone atención y que se propaga por las redes sociales.
El consumo de información no verificada, cargada de intencionalidad, mentirosa, comercial o manipuladora, está presente cada segundo a través de millones de micromensajes a través de WhatsApp, Instagram, TikTok, YouTube, Facebook, o cualquier otra red social que aparezca. Incluso hasta en la novísima inteligencia artificial que crea relatos de realidades fantaseada no curadas.
Esta vez, el tradicional Foro Económico Mundial, WEF, identifica la desinformación como la principal amenaza para el mundo en los próximos dos años, con base en su Global Risks Report 2024, un asunto de gran importancia para un país como Colombia en donde el “efecto Twitter” en la manera de hacer política y graduar conceptos y realidades es cada vez más influyente.
Dice el WEF que “es probable que el riesgo se agudice a medida que se celebren elecciones este año en varias economías (...) la desinformación puede ser usada para desestabilizar gravemente la legitimidad real y percibida de los gobiernos recién elegidos”. Advierte el documento que existe el riesgo de que las campañas de desinformación sirvan para promover disturbios políticos, violencia y terrorismo, así como que supongan una erosión a más largo plazo de los procesos democráticos.
Es preocupante que la desinformación con inteligencia artificial pueda desencadenar una crisis global en 2024, es decir que la desinformación se gradúe como una nueva pandemia que no ataque a las personas, sino a las sociedades en general. En Colombia es cada vez más difícil identificar los contenidos fabricados para generar comportamientos y debe abrirse el debate sobre la utilidad de las regulaciones que se plantean.