Duro golpe a la construcción al frenar subsidios
jueves, 19 de diciembre de 2024
Yerra el Ministerio de Vivienda al suspender nuevas postulaciones para el programa Mi Casa Ya, debido a la situación presupuestal del Estado, el ahorro no está en parar la construcción
Editorial
La idea era que el crecimiento del PIB para este año que termina rondara 2%, gracias al mejor comportamiento de sectores tradicionales en gran aporte a la economía, como es la construcción, pero no, el Gobierno Nacional le acaba de poner un palo en la rueda la dinámica de la construcción de vivienda al suspender nuevas postulaciones para el programa de Mi Casa Ya, debido a la situación presupuestal del Estado.
Desde el pasado 16 de diciembre, los cupos disponibles para coberturas a la tasa de interés de créditos hipotecarios se agotaron. Es cierto que el entorno macroeconómico con tasas de interés más bajas, al mismo ritmo de la inflación proyectada por el Banco de la República, eran una suerte de caldo de cultivo para impulsar la vivienda, pero no, una simple circular de la cartera de Vivienda argumenta que, esta situación permite mejorar el contexto para que los hogares se puedan endeudar, lo que hace necesario replantear aspectos relacionados con la ejecución de la política pública de vivienda en medio de los escasos recursos del Presupuesto General.
Toda una falacia plantear que como las tasas y la inflación están bajas, no se necesitan subsidios de vivienda; es una auténtica miopía, pues la compra de vivienda, ante todo, tiene que ver con los precios y con los ingresos de las familias, no con el termómetro de los fundamentales económicos. Es una muy mala noticia que los hogares que no lograron la marcación necesaria para acceder al beneficio en el momento del desembolso del crédito o al inicio del contrato de leasing habitacional ya no podrán recibir este subsidio.
“El programa de coberturas a la tasa de interés de vivienda de interés social debe adaptarse a la realidad fiscal del país, y la aplicación de dichos recursos deberá tener en cuenta el entorno de tasas más bajas y baja inflación, con el propósito de que los recursos disponibles se dirijan de manera eficiente a los hogares que presenten especiales condiciones de vulnerabilidad”, dijo la circular de Fonvivienda.
El problema mayor es que el sector venía en mejoría, mínima, pero de gran tendencia; durante el tercer trimestre, los datos del PIB arrojaron que la construcción creció 4,1%, sosteniendo una reactivación, a pesar de la crisis que enfrenta el sector en general.
La construcción de edificaciones residenciales y no residenciales cayó 1,7% en el último trimestre, el menor nivel en lo que va de año, y las ventas de viviendas en el país aumentaron solo 0,40% anual en noviembre de 2024, alcanzando un total de 145.746 unidades. En el mismo mes de 2023, se habían vendido 145.237 unidades, lo que indica que en el transcurso de más de un año se comercializaron únicamente 509 viviendas adicionales.
Son cifras muy malas si se tiene en cuenta el déficit habitacional en todo el país, pero más aún el gran papel que se le quita a la construcción en el crecimiento de 2024. Es un imperativo recordar el llamado pacto por la reactivación económica, en el que las facilidades para la financiación de vivienda eran un pilar de dicha recuperación. Muy mala noticia que en el presupuesto de Fonvivienda para 2025 haya una reducción de 39% y que el emblemático programa de Mi Casa Ya pierda los 50.000 subsidios anunciados. De lejos, es una de las peores decisiones de ahorro que ha adoptado el Gobierno, que perjudica a las familias que iban a comprar vivienda de interés social.