Editorial

Economías regionales en alerta

<p>Los dos últimos meses dan las señales de lo que será el entorno internacional y nos muestran los pilares de la economía</p>

Las señales de la economía mundial no son claras, de acuerdo con los reportes de distintas fuentes. De un lado, el crecimiento de la economía estadounidense sorprendió a todos al registrar un sólido 4,6% luego de haberse dado un contracción de 2,1% en el período enero y marzo. Es evidente la recuperación de las exportaciones y la inversión privada en ese país y aunque haya voces que dudan de la sostenibilidad de la situación, es claro que los factores que inducen ese desempeño tienen visos más allá de la coyuntura, que ha llevado a la Reserva Federal a mostrar que las cuantiosas inyecciones de liquidez no se darán más, lo cual llevará a un aumento de las tasas de interés. 

En Europa las cosas parecen a otro precio pues de acuerdo con los datos  más recientes, se comienza a hablar de que el despegue económico parece haberse detenido. Entre abril y junio, la eurozona mostró un crecimiento casi nulo de 0,2%. El regreso al terreno negativo de Alemania (-0,2%), el estancamiento de Francia (0%) y la vuelta de Italia a una recesión (-0,2%) son los ingredientes centrales de este inesperado trancón. Contrario a lo que pasa en Estados Unidos, los reclamos en el viejo continente van al banco central para que inyecte nuevos estímulos y mantenga abajo las tasas de interés.

¿Y qué decir de China? Parece ya no ser la locomotora de la economía mundial, ya no es un sitio tan atractivo para invertir, pues resulta cada vez más costoso por un aumento en los salarios que ha llevado a una contracción de los márgenes. Según la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China los beneficios de más de la mitad de las empresas europeas que operan en China fueron menores que los promedios globales de sus compañías. Esto ha hecho que muchas compañías miren a Indonesia o Malasia. Si duda que es una respuesta a la débil recuperación de la economía y a las fluctuaciones de la tasa de cambio de la moneda. De cualquier manera, la sorprendente China parece estar mostrando una propensión a ser país inversionista en otras partes y menos recepcionista de recursos, lo cual nadie sabe como evaluar.

 Sin duda que lo que está pasando tendrá un impacto en América Latina, al punto que el Banco Mundial le hado el calificativo de “decepcionante” el crecimiento regional y ha lanzado un mensaje de alerta, en el sentido que se deben hacer reformas importantes en distintas áreas debido a que el margen de error es limitado y en esos términos el impacto negativo puede ser mayor del esperado. De cualquier forma, América Latina no es immune, como alguna vez se pregonó y en esos términos, el manejo de sus economías será determinante para evitar que el avance logrado en los últimos años se pierda o desvanezca.

Las economías regionales deben leer los indicios que presentan los indicadores globales.