Editorial

El clima para Petro puede ser el covid de Duque

¡Ahora los incendios! Nunca antes el país había experimentado una crisis tan inédita como la quema de bosques a causa de las altas temperaturas, un problema de larga duración

Editorial

Diario La República · El clima para Petro puede ser el covid d Duque
El expresidente, Iván Duque, fue elegido en 2018, pero desde diciembre de 2019 y hasta bien entrado 2021, tuvo que atender y enfocar recursos escasos para sobrellevar la pandemia global ocasionada por el covid-19 o coronavirus. Su administración fue marcada por un hecho inédito, inesperado, que no fue precisamente un “cisne negro” en términos de Taleb, pero sí sorprendió al mundo entero.
El presidente, Gustavo Petro, que lo sucedió, fue elegido en 2022 cuando todo regresaba a la normalidad y su mandato irá hasta agosto de 2026; hasta ahora la mayor amenaza inédita -tampoco “cisne negro”- es el fenómeno de El Niño, un cambio drástico climático caracterizado por altas temperaturas y sequías que se presenta cada tres o siete años y que había sido advertido con suficiente tiempo por los institutos más importantes meteorológicos.
La economía colombiana aún experimenta algunas consecuencias de la pandemia, tales como la inflación, muy a pesar de que poco a poco está entrando en cintura, pero sigue siendo la tercera más alta de la región. Los países europeos experimentan una variación de precios en torno a 2%; Estados Unidos espera un comportamiento inflacionario de 2,5%, a lo que los banqueros centrales han respondido con mucha ortodoxia, pues ni han bajado las tasas con la rapidez que subió el Índice de Precios al Consumidor. Algo de peso han leído en los mercados, pero los grandes banqueros piensan que el llamado shock inflacionario de pandemia no se ha desvanecido y sigue presente en las economías, especialmente en las emergentes.
Es muy probable que la necesidad fiscal colombiana de ajustar al alza el precio de los combustibles, especialmente el Acpm, sea el detonante para que los precios del transporte y por consiguiente de los alimentos revivan y la inflación retorne a 10%, aupada por los servicios públicos, en especial por la factura de la energía muy dependiente de los precios en bolsa, protagonizados por unos embalses de producción hidráulica que puede llevar al kilovatio hora por encima de los $1.000.
Como se ven las cosas para este primer trimestre, los tres jinetes que cargan los mayores problemas para el presidente Petro vienen personificados por la inseguridad reinante; la indómita inflación y la incapacidad de sus colaboradores en el Gobierno de ejecutar, que no es otra cosa que dejar de hablar y mostrar obras concretas. Los incendios generados, obviamente por manos criminales a lo largo y ancho del país, ayudados por las olas de calor y varios récords de temperaturas, solo son la punta del iceberg de una realidad mundial bastante sobre diagnosticada que es el cambio climático derivado de la contaminación.
En el pasado Foro Económico Mundial se liberó el tradicional Informe de Riesgos Globales para este año, asociados a los impulsores de largo plazo de la economía global: demografía, cambio climático, avance tecnológico, difusión del conocimiento y crecimiento económico; todo unido o afectado -eventualmente- por lo impredecible, lo que requiere de gobernantes, según Martin Wolf, que sepan reducir fragilidades, gestionar las crisis, planificar los riesgos y comprender los factores fundamentales, muchos de ellos globales, porque “la miopía y el tribalismo habituales de la humanidad” no van a funcionar. Ojalá el clima no se le convierta a Petro en el coronavirus de Duque.

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