Editorial

El costo de los usuarios únicos de WhatsApp

<p>Las reacciones sobre el negocio más grande del año (vamos en febrero) no dan espera. ¿Para dónde va la tecnología?.</p>

Es importante detenerse a mirar estas cifras para saber para dónde va el mundo de los negocios en el sector de las telecomunicaciones. “Facebook pagará un total de US$19.000 millones por la aplicación de mensajería instantánea. Esta cantidad se divide en US$4.000 millones en efectivo y US$12.000 millones en acciones, además de otros US$3.000 millones en acciones para los empleados de WhatsApp (un total de 55 personas) en los próximos cuatro años”. La cifra es igual a las ventas de un año del Grupo Éxito y representa una tercera parte de las exportaciones colombianas en un año. ¡Todo por una empresa que no tiene 100 empleados!

Pero miremos otras cifras elocuentes que desglosa en un análisis muy prematuro del diario Financial Times. “Facebook ha pagado por WhatsApp una cantidad equivalente a 11% de su valor en bolsa, una digestión mucho más pesada que las que tuvieron que hacer Google para digerir a Motorola (US$12.500 millones) o Microsoft para hacer lo propio con Skype (US$8.500 millones), por poner otros ejemplos de grandes compras en el sector tecnológico. Por su parte, Apple nunca ha realizado una adquisición superior a los US$1.000 millones”.

Para el periódico, “se trata de una apuesta de futuro para Facebook (...) Ellos saben cómo expandir sus líneas de negocio. WhatsApp está en el negocio de recopilar las conversaciones de la gente, así que Facebook va a conseguir muchos datos (...) WhatsApp tiene 450 millones de usuarios al mes, de los que 70% utilizan el servicio todos los días. Cada día se envían 19.000 millones de mensajes y como algunos se envían a varios destinatarios, el número de mensajes recibidos se dispara 34.000 millones (...) Se comparten cada jornada 600 millones de fotos y 100 millones de vídeos”. La diferencia entre Facebook y WhatsApp es que en la primera puede haber suplantaciones de identidades y muchos anónimos por usuario, en cambio en el servicio de mensajería, los consumidores tienden a ser únicos. Eso es lo que vale.

Así las cosas caminamos hacia una territorio inexplorado de la industria de la información y las comunicaciones, antes inimaginado en donde el futuro todavía no se ha visualizado. Es altamente probable (no es un cisne negro tipo Taleb) que en estos momentos en alguna cafetería de una gran universidad o en el garaje clase media de algún emprendedor de cualquier ciudad de Estados Unidos, esté naciendo una idea que no solo valdrá muchos miles de millones de dólares, sino que revolucionará forma como nos relacionamos, consumimos, entretenemos, informamos, conocemos gente, tenemos relaciones afectivas, económicas, y toda suerte de nuevas ideas. Puede ser una aventura y para algunos una nueva burbuja, pues todo tiempo pasado fue mejor, pero también puede ser el comienzo de la nueva era.