Editorial
El dólar Cárdenas está en su punto
miércoles, 27 de marzo de 2013
El Ministro y el Emisor tienen al dólar en el nivel de felicidad de los exportadores, la pregunta es hasta cuándo.
El Ministro y el Emisor tienen al dólar en el nivel de felicidad de los exportadores, la pregunta es hasta cuándo.
El dólar está en su nivel más alto desde hace más de un año y ya alcanza los $1.830. El ritmo de apreciación del peso se ha controlado a través de las intervenciones monetarias -como la compra masiva de la divisa estadounidense- adoptadas por el Banco de la República para dinamizar las exportaciones y hacerlas más competitivas en una coyuntura donde el imperativo es aprovechar al máximo los tratados de libre comercio firmados por el Gobierno Nacional.
A todo señor todo honor, dice un adagio popular y eso es lo que se debe hacer con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y con los miembros de la Junta del Banco, quienes han puesto todos sus conocimientos técnicos para que los exportadores puedan respirar tranquilos con un tipo de cambio que los haga competitivos. Ahora la pregunta pertinente es cuestionar a los exportadores sobre su modelo de negocio: una cosa es ser competitivos por pura depreciación del peso, y otra porque sus productos y servicios son mejores que la competencia en la región.
Para nadie es un secreto que la industria exportadora colombiana se dejó coger el tiempo y no se reconvirtió; que nunca se amoldó a los tiempos modernos y que países como Perú, Chile y algunos de Centroamérica se hicieron más eficientes en segmento donde otrora fuimos fuertes. La economía colombiana no puede ser atada a una tasa de cambio cercana a los $1.850 que beneficie a los exportadores, pero perjudique a los importadores de productos de calidad, y más aún, a los colombianos que viajan o estudian en el exterior. Colombia debe tener una tasa de cambio justa para todos, no solo para quienes exportan.
Recientemente, Analdex le pidió al Gobierno que los deje tener cuentas en dólares como un paliativo en contra de la apreciación del peso. Hay muchas más maneras de enfrentar un peso caro frente al dólar y no siempre debe ser perjudicando al resto de los colombianos al pretender competir con tasa de cambio alta. La economía cambió y las políticas monetarias nacionales deben ajustarse más a la realidad de los tratados de libre comercio, pero también hay que ser consecuentes con lo que están haciendo otros países.
La economía colombiana de esta segunda década de los años dos mil no es la misma de los noventa u ochenta, en que los vasos comunicantes eran menores, no existían los tratados de libre comercio y los colombianos que estudiaban en el exterior y hacían turismo eran pocos. La Colombia de hoy es más global y merece que el dólar no sea puesto solamete al arbitrio de los productores de la agroindustria como cafeteros, bananeros y floricultores. Las condiciones han cambiado radicalmente.