Editorial

El ‘Efecto Snowden’ en la nueva economía

Edward Snowden es una ficha crucial para empresas como Microsoft, Apple, Google y FaceBook. Allí radica su valor

Edward Snowden es una ficha crucial para empresas como Microsoft, Apple, Google y FaceBook. Allí radica su valor
Como pocas veces en la historia reciente ha sucedido, la cacería del exespía estadounidense, Edward Snowden, ha cobrado una relevancia global que involucra los intereses no solo de las grandes economías globales, sino de los polos opuestos de pensamiento socio político. Cómo entender que países del tercer mundo como Nicaragua, Bolivia y Venezuela se configuren como las únicas alternativas de asilo de éste buscado técnico informático, que ha puesto en jaque a los intereses del gobierno estadounidense y que ha generado una de las mayores crisis diplomáticas entre los países del Alba, particularmente, y los gobiernos de la Unión Europea, luego de la escaramuza con el avión presidencial de Evo Morales. Sin duda alguna, es un asunto aún incomprensible para los analistas económicos, pero de graves repercusiones en el futuro uso de las nuevas tecnologías.
Tal afirmación se soporta en las palabras del mismo Snowden, quien plantea que son las empresas proveedoras de comunicación, como Google, Facebook, Apple y Microsoft, las que proporcionan acceso total a los terminales de todos los sistemas que se utilizan para comunicar. En palabras del prófugo de la justicia americana: “las estructuras de poder están trabajando para sus propios fines, para ampliar su capacidad, a expensas de la libertad de los públicos”. Dice también que cuando se listó en el Ejército, poco después de la invasión en Irak, creía en “la bondad” de la actuación de ese institución: “Yo creía en la nobleza de nuestras intenciones para libertar a las personas oprimidas de ultramar”. A medida que se exponía a “informaciones verdaderas” difundidas por los medios, sin embargo, se daba cuenta de que estaba implicado en un método de engañar al público y que era una víctima de este sistema.
Es todo un arsenal de palabras que pueden ser la punta del iceberg de un cambio radical en el consumo de las nuevas tecnologías de información. Si se llegara a comprobar que empresas proveedoras de comunicación, como Google, Facebook, Apple y Microsoft, proporcionan acceso total a los terminales, ocasionaría una desbandada de clientes en todo el mundo y una caída inminente en sus valores en las bolsas de valores. No es un asunto fácil de entender y mucho menos de pronosticar su desenlace, pero lo único cierto hasta ahora es que la crispación desatada por el asilo de Snowden tiene mucho más de económico que de político. Podemos estar asistiendo en silencio a un cambio de época en materia de información, o por lo menos de certeza de que todo lo que hacemos a través de las grandes plataformas tecnológicas está siendo vigilado por seguridad nacional.
Las grandes teorías de conspiraciones, como ‘el gran hermano’ pueden ser un juego de niños frente a lo que puede desencadenarse.