Editorial

El efecto Ucrania sube precios de los commodities

El coletazo de la crisis generada por la tensión política entre occidente y Rusia ya tiene gran impacto en los productos sin mayor diferenciación como el petróleo, oro y café

Editorial

Un lunes negro manchado de cifras en rojo ha sido la jornada de ayer en las bolsas de valores del mundo, un escenario que puede repetirse a lo largo de las próximas semanas en la medida que la tensión militar, entre Rusia y los países de occidente, se incremente. Desde hace varios años que esa tensión se experimentaba en el comercio, la política y las comunidades de la amplia y rica frontera que comparten Rusia y los países que se han ido desgranando hacia Europa para hacer parte de la Unión y lograr niveles de bienestar y desarrollo que les han sido negados durante y después de la caída de la Unión Soviética. No es un hecho menor que la principal referencia bursátil del Viejo Continente cayera 4%, arrastrada por la incertidumbre generada por un eventual ataque ruso a Ucrania y la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos haga cambios drásticos en sus políticas. El índice europeo Stoxx 600 cayó 3,8%, en su peor jornada desde junio de 2020, al mismo tiempo que el Nasdaq, el Dow Jones y hasta el Colcap de la Bolsa de Valores de Colombia, que dicho sea de paso muestra niveles históricos desde hace cuatro semanas. Pero el conflicto, que puede escalar a su fase bélica, tiene grandes consecuencias en los precios de los commodities, en esas materias primas de nivel básico que se encuentran silvestres en todos los países, tales como gas natural, petróleo, carbón, oro, cobre, entre otros, y productos de cultivo primario como café, banano, flores, arroz o trigo. Si a esta escaramuza geopolítica, pegada al comercio global vía al productos energéticos como el gas y el petróleo, se le suma la cabalgata de la variación de precios que azota a todos los países del mundo, todo se torna complicado en términos de inflación, situación que empujará a los bancos centrales a subir las tasas de interés durante el primer trimestre del año, un lapso sobre el cual se habían puesto todas las esperanzas de crecimiento. Las esperanzas de que el Banco de la República mantenga las tasas de interés inalteradas para el segundo mes del año parecen diluirse ante las externalidades y el efecto que sobre el dólar pueda tener la disparada del precio del barril de petróleo Brent que avanzó hasta los US$88,72, mientras que el crudo estadounidense, WTI, subió 77 centavos a US$85,91.

Siempre los incrementos en el costo del crudo a nivel internacional se reflejan en la economía doméstica, primero por su impacto en la tasa de cambio, y segundo por su efecto en el transporte, pues es un hecho que el galón de gasolina decretado por el Ministerio de Minas y Energía para febrero será superior, presionando más el Índice de Precios al Consumidor, cifra ya desbordada al compararse con las previsiones del Emisor y el Ministerio de Hacienda para este año que ronda 4%.

La crisis desatada en Ucrania se sentirá en los mercados en el corto plazo, vía precio de los commodities, pero no deja de ser una suerte de “jinete del Apocalipsis”, ante el masivo contagio por la variación ómicron del Covid, que golpea la confianza de recuperación y de dinámica global que se esperaba de vuelta a la normalidad prepandemia.

Si bien la situación de tensión en la frontera oriental de Europa pareciese lejana, la globalización, la dependencia del petróleo y las importaciones, pasarán la cuenta de cobro a la tranquilidad que se estaba vislumbrando al comienzo del año.

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