Editorial

El mal ejemplo parafiscal de Fedegan

<p>El ministerio de agricultura &nbsp;debe ayudar a repensar a Fedegán en un solo gremio donde verdaderamente se sienten lecheros y productores de carne</p><p>&nbsp;</p>

Los ganaderos pagan por cada cabeza de animal de carne del orden de 75% del salario mínimo diario y cada lechero hace lo propio con 0,75% sobre el precio del litro de leche que vende a una pasteurizadora o a un simple recolector de leche cruda. Y todo ese dinero se va directo a una cuenta que se llena con dineros públicos llamada Fondo Nacional del Ganado que desde hace un tiempo administra la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán). Hay otros fondos de ese tipo que funciona para los cafeteros, los avicultores, los cacaoteros y otros productores del agro, se les conoce como parafiscales y se destinan para el desarrollo del sector y para el beneficio de todos los actores agropecuarios de Colombia.

En los últimos días del año pasado, el Ministerio de Agricultura le quitó esa administración del fondo parafiscal a Fedegán por malos manejos, al punto que ese dinero públicos quedaron ad portas de ser intervenidos por la Superintendencia de Sociedades por graves problemas administrativos y especialmente, porque esos recursos de todos los ganaderos se fueron a financiar proyectos privados como frigoríficos en la Costa Caribe. Los problemas del gremio de todos los ganaderos no se quedan allí y ya acumula graves irregularidades que son investigadas por todas las instituciones de control y vigilancia, pero hasta el momento la situación no ha pasado de simples denuncias sin llegar a lo penal. Pero más allá de las causas y consecuencias de la penosa situación de un gremio muy necesario para este momento que vive el país, está el daño que el comportamiento de los directivos de Fedegán le hacen a la actividad gremial agropecuaria.

Arruinar un fondo parafiscal es algo exótico y atípico en la historia económica del país. Dice un refrán popular que “es más fácil quebrar un peaje que agotar un fondo que se llena con impuestos”, pero la alta gerencia de los ganaderos lo ha superado. Las quejas sobre lo que estaba pasando en Fedegán vienen de tiempo atrás, desde que el actual cuadro dirigente recibió el gremio de la anterior administración investigada por nexos con el paramilitarismo. Cooperativas ganaderas emblemáticas y exitosas como Colanta hicieron sus denuncias en su momento y han sido muy críticas del manejo de Fedegán. El Gobierno Nacional, la Contraloría y la Procuraduría tiene en sus manos arreglar la situación del gremio ganadero para que el dinero parafiscal vuelva a cumplir su misión de ayudar a desarrollar las actividades cárnicas y lecheras en el país. El Ministerio de Agricultura no se puede quedar en simplemente quitarle la administración del Fondo Nacional del Ganado, sino también ayudar a solucionar las irregularidades que se vienen presentando durante varios años, por ejemplo, debe ayudarles a armar otro gremio libre de pecados donde se puedan sentar lecheros y cárnicos en una sola mesa.