El Mundial de fútbol que hará historia

En muchos países, la Fifa es más importante que sus mismos gobiernos, al punto que mientras en la Federación de fútbol hay 211 miembros -entre países, federaciones y territorios asociados- en la ONU hay 193, convirtiéndose en quizá la institución global que sí reúne la pasión de la gente y une bajo un mismo evento deportivo a Estados desarrollados, emergentes y de frontera. El fútbol hace vibrar a alemanes, ingleses o estadounidenses, de la misma manera que a suramericanos, africanos y cada vez a más asiáticos.

El próximo Mundial se realizará en Estados Unidos, México y Canadá, será el evento deportivo más grande en la historia con selecciones de 48 países y 104 partidos. La Fifa invertirá unos US$13.000 millones que activarán un negocio global que superará los US$50.000 millones, unas cifras sin precedentes que ya se empiezan a mover a poco más de siete meses para el partido inicial. Estados Unidos y México, no tanto Canadá, son países con millones de turistas al año, cifras que se verán multiplicadas el próximo verano por los seguidores del fútbol. Se estima que a las 16 ciudades que albergarán partidos lleguen cientos de miles de seguidores de sus selecciones, lo que las convertirá en hervideros de aficionados de todos el mundo, especialmente de los iberoamericanos que tienen a las ciudades mexicanas y estadounidenses al alcance de sus bolsillos.

Será un Mundial que hará historia no solo por el nivel del fútbol que han alcanzado más países, ya no concentrado en Brasil, Alemania, Italia o Argentina, sino también por el desarrollo competitivo de países africanos y asiáticos. Y si el éxito competitivo no tendrá igual, vale la pena destacar la adecuación de los escenarios en tres países preparados para albergar a millones de personas. Sin duda, dado el desarrollo de las nuevas tecnologías, será un Mundial seguido cada segundo por miles de millones de personas, a través de las redes sociales, las transmisiones en streaming, las televisiones cerradas y todos los medios tradicionales con sus experimentadas distribuciones de contenido.

Será un Mundial que le hará olvidar al mundo muchos de sus problemas porque al rodar el balón, toda la atención estará en la sana competencia. Habrá novísimas formas de seguir las incidencias deportivas y turísticas, pues las tecnologías de la ya llamada quinta revolución industrial estarán en el centro de la agenda de las empresas especializadas en contenido. Es el primer Mundial de fútbol en medio de la inteligencia artificial, con una panorama bélico calmado, o al menos tranquilo, y centrado en países que saben hacer espectáculos.

Es un gran aliciente que Colombia esté presente en el evento porque eso garantizará que entre junio y julio del próximo año la economía basada en el comercio y el consumo de un salto enorme, máxime cuando las condiciones económicas empiezan a mostrar otra cara en términos de tasa de cambio, costos del dinero y mejor crecimiento. A la economía colombiana le va mejor en tiempos del Mundial cuando la Selección de Fútbol logra clasificar, el país lo toma con más ambiente del tradicional y una mejor actitud para enfrentar el día a día, y el próximo año no será la excepción: habrá un Mundial gigante, unas elecciones trascendentales, un buen nivel de consumo y un peso que puede seguir la ruta de la revaluación. Es una coyuntura para ser optimistas.